Como un ejemplo de planificación de largo plazo y trabajo conjunto con las autoridades locales calificó la creación del Complejo Portuario Mejillones su gerente general, Alvaro Arroyo, al participar en el seminario “Ciudades puerto, orillas del desierto”, que organizó el Centro Regional de Estudios y Educación Ambiental (CREA) de la universidad de Antofagasta.
El ejecutivo recordó que la decisión estatal de construir un puerto en Mejillones fue adoptada no solo sobre la base de estudios específicos para determinar que la bahía tenía condiciones naturales privilegiadas, sino que también se tomó en cuenta la opinión de las autoridades municipales y sectoriales para levantar un proyecto que potenciara el desarrollo local y regional.
Asimismo, Arroyo recordó que “esa colaboración se expresó en la creación de un plano regulador que incorporó la localización del puerto y la planificación a largo plazo para su expansión, por lo que hay áreas reservadas tanto para nuevos terminales como para instalaciones y servicios de apoyo”.
Como ejemplo de dicha planificación, mencionó que los accesos al complejo portuario son directos desde las carreteras y no requieren el paso de cargas por el medio de Mejillones, “lo que reduce los impactos de la actividad portuaria sobre la ciudad y la comunidad”.
Precisó que Complejo Portuario Mejillones tiene el rol de seguir velando por “el correcto funcionamiento de los dos terminales que actualmente están en operación en nuestros terrenos, impulsando la innovación y adopción de tecnologías que permitan reducir significativamente sus impactos sobre el entorno”.
Por estos motivos, Arroyo recordó que la construcción del puerto “también ha contribuido a la consolidación de una zona industrial en Mejillones, así como a la creación de empleos que han ayudado a cambiarle la cara a Mejillones”.
“Estamos siendo testigos de cómo estamos convirtiendo a Mejillones en el principal polo portuario e industrial del norte de Chile”, explicó.