Por Redacción PortalPortuario

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El  dirigente portuario, Patricio Fredes, advirtió sobre el impacto de las enfermedades laborales en el sector. En ese sentido, el trabajador -que tiene 32 años de trayectoria- afirmó que el Estado “está en deuda” con los puertos en materia de seguridad.

“El Estado de Chile está en deuda con los trabajadores portuarios, en seguridad no hemos tenido avances en años y hemos golpeado muchas puertas, donde pasamos de mesa en mesa por los distintos gobiernos turno. A estas alturas seguimos teniendo viejos en la orilla destruidos físicamente, en materias de músculo esquelético y enfermedades profesionales”, señaló.

“Nuestra clase política, y sin distingo partidista, pues todos han utilizado la causa portuaria con sentido oportunista, en un afán de captar votos y sin la intención de mejorar la calidad de vida a un grupo de personas. Sin ir más lejos, este año acabamos de cumplir 10 años del acuerdo que dio origen a la Ley corta de puertos, pero del compromiso de seguir legislando se olvidaron rápidamente. De hecho, al puerto solo vienen autoridades a recibir alguna carga valiosa para los santiaguinos; buses eléctricos, carros para Metro o cosas que poco y nada tienen que ver con la castigada vida que llevan los sanantoninos”, sostuvo.

“Los portuarios lamentamos que, sea solo a través de presiones logremos comunicar a las autoridades del país que necesitamos un marco regulador diferente. Chile no es un país con conciencia marítima, en sus puertos aún muere gente, ni oceánica, pues en sus costas la pesca de arrastre todavía horada el fondo marino de una manera absolutamente brutal”, añadió.

Fredes, por otro lado, valoró la relación de los trabajadores con la empresa San Antonio Terminal Internacional, concesionario en el cual desempeña funciones.

Al respecto, el dirigente inficó que “STI es de los terminales chilenos con más años de concesión, por lo que la relación entre dirigentes y empleadores también es un reflejo de aquello. En nuestra organización hay mayor madurez en la toma de decisiones y no se cometen errores de tiempo atrás. Cuando en una organización se habla sin tapujos y de frente, al cometer un error se asume en conjunto y se corrige para no volver a cometerlo nuevamente. Sabemos que el diálogo es la manera para resolver los asuntos que hay pendientes, pero estoy convencido que vamos por la buena senda, ya que ambas partes coinciden – no siempre fue así a lo largo de estos 23 años – que el puerto son sus trabajadores”.

Sobre las proyecciones para el año, Fredes afirmó que “tenemos varios objetivos: el primero es que tengamos avances en seguridad pasiva y activa para los trabajadores del terminal. Nuestra jefatura sabe cuáles son los puntos a mejorar y estamos trabajando en conjunto para conseguir unas instalaciones más amigables con nuestros compañeros”.

“También, estamos analizando nuestra continuidad en la Asociación Chilena de Seguridad, pues al momento no hemos conseguido alcanzar un nivel de satisfacción mínimo con el servicio que nos dan. Otro aspecto relevante para los portuarios, es conseguir más clientes y, por ende, carga para el terminal. No sacamos mucho con aumentar las recaladas si la carga disminuye como fue el caso de 2023”, concluyó.