Por Redacción PortalPortuario.cl
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La draga 21 de Julio, la primera en ser construida en Uruguay mediante una inversión de 61 millones de dólares, será finalizada en noviembre de 2018, informaron las autoridades.
El emprendimiento se caracteriza por que una parte de los componentes se fabrican en las instalaciones de la metalúrgica CIR, en la capital del país, y otro grupo de piezas, correspondientes a la sala de máquinas y las bombas, se realizan en Rotterdam, Países Bajos. Luego, ambas partes se ensamblan en Uruguay.
La nueva draga de succión mide 91 metros de eslora (longitud), 18 metros de manga (ancho) y tiene una capacidad mínima de 4.200 metros de cántara. “La embarcación nos va a permitir ganar en eficiencia”, aseguró el titular de la ANP, en el entendido de que su uso “va a ser más rentable” que en la actualidad. Las dragas con que cuenta hoy el organismo tienen un máximo de 50 años de funcionamiento y son obsoletas.
Las características de la embarcación permitirán accionar a más de 20 metros, aunque, en primera instancia, servirá para la remoción de sedimentos a 14 metros. Díaz anticipó que la nueva draga será utilizada, en principio, en el canal de acceso del puerto de Montevideo y en algunos puntos del río Uruguay que sean establecidos por la Comisión Administradora del Río Uruguay.
Royal IHC es una reconocida proveedora de buques, equipos y servicios para empresas especializadas en dragado, minería, óleo y gas, que cuenta con oficinas en nuestro país. Dave Vander Heyde, uno de sus ejecutivos, expresó la “confianza que ofrece Uruguay” para emprendimientos de este tipo con desarrollo de recursos humanos locales.
Vander Heyde también resaltó que Montevideo es un punto estratégico que puede ser considerado para desarrollar la industria naval y brindar servicios de rápida respuesta a las más de 50 dragas fabricadas por esa firma que operan al sur de América.
En ese marco, Díaz señaló a los medios de comunicación que la posibilidad de desarrollar la industria naval dependerá de la calificación favorable que reciba el proceso constructivo de la draga y de que el personal que participe obtenga las certificaciones para que las empresas del sector constaten que el país dispone de personal calificado.
“No hay que dejar caer el impulso que vamos a tener cuando finalice la construcción de la draga. Debemos mostrarle al mundo que estamos calificados (para realizar proyectos como el presente)”, reflexionó.