Por Redacción PortalPortuario/Agencia Reuters
Las compañías de energía que operan en Brasil reanudarían los envíos de petróleo a Estados Unidos después de que varios productos derivados del mismo fueron exentos de los aranceles estadounidenses, según dio cuenta a Reuters el jefe del grupo de lobby petrolero brasileño IBP.
El carburante es el principal producto de exportación de Brasil a Estados Unidos y estuvo exento del arancel del 10% impuesto en abril a los envíos brasileños, pero la incertidumbre sobre si el producto se mantendría en tal condición bajo las tarifas anunciadas el 9 de julio llevó a una suspensión de los envíos durante la mayor parte del mes.
Sin embargo, aunque el decreto del presidente Donald Trump del miércoles 30 de julio aumentó los aranceles contra Brasil al 50%, excluyó de las medidas varias exportaciones brasileñas importantes, que incluían jugo de naranja, algunas aeronaves, pulpa y productos energéticos.
“Estamos fuera de la tarifa”, afirmó Roberto Ardenghy, presidente del IBP. La entidad representa a compañías petroleras que operan en Brasil, incluida Petrobras, Shell, TotalEnergies, ExxonMobil y Equinor.
“Debido a la incertidumbre previa sobre los aranceles, en lugar de enviar su producto a Estados Unidos, las empresas estaban almacenando petróleo en buques de producción flotantes o en buques de carga”, acotó Ardenghy.
“Debido a que un envío tarda alrededor de 21 días en llegar a Estados Unidos desde Brasil, los envíos de petróleo se detuvieron una vez que se hizo imposible llegar a su destino antes del 1 de agosto”, complementó.
En 2024, Brasil exportó un total de 1,78 millones de barriles por día, de los cuales 243.000 bpd se destinaron a Estados Unidos, según datos gubernamentales compilados por el grupo de consultoría StoneX.
“Si no se hubiera concedido una exención para el petróleo, Brasil habría redirigido los envíos a Europa y la India”, remarcó Ardenghy.
Magda Chambriard, presidenta ejecutiva de Petrobras, la petrolera estatal brasileña, también dijo que la compañía no se vería mayormente afectada y podría redirigir los flujos a otras regiones.
“Imponer aranceles a nuestros productos es un juego en el que todos perdemos”, concluyó Ardenghy.
