Por Redacción PortalPortuario/Agencia Reuters
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Estados Unidos se está preparando para interceptar más buques que transportan petróleo venezolano tras la incautación de un petrolero esta semana, mientras aumenta la presión sobre el presidente venezolano Nicolás Maduro, según dieron cuenta seis fuentes familiarizadas con el asunto.
La confiscación fue la primera interdicción de un cargamento o petrolero proveniente de Venezuela, país que ha estado bajo sanciones estadounidenses desde 2019. La acción se produjo mientras Estados Unidos lleva a cabo un amplio despliegue militar en el sur del Caribe.
La incautación ha puesto en alerta a los armadores, operadores y agencias marítimas involucradas en el transporte de crudo venezolano, y muchas están reconsiderando si zarpar desde aguas venezolanas en los próximos días como estaba previsto, según fuentes del sector naviero.
Se esperan nuevas intervenciones directas por parte de Estados Unidos en las próximas semanas, dirigidas a navíos que transporten petróleo venezolano y que también podrían haber trasladado crudo desde otros países sujetos a sanciones estadounidenses, como Irán, según las fuentes familiarizadas con el asunto, que declinaron ser identificadas debido a la sensibilidad del tema.
La petrolera estatal venezolana PDVSA no respondió a una solicitud de comentarios. El gobierno de Venezuela afirmó esta semana que la incautación por parte de Estados Unidos constituye un robo.
Al ser consultada sobre si la administración Trump planeaba más incautaciones de naves, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, dijo a los periodistas que no hablaría sobre acciones futuras, pero afirmó que Estados Unidos continuaría ejecutando las políticas de sanciones del presidente.
“No vamos a quedarnos de brazos cruzados viendo cómo embarcaciones sancionadas navegan los mares con petróleo del mercado negro, cuyos ingresos alimentarán el narcoterrorismo de regímenes rebeldes e ilegítimos alrededor del mundo”, comentó Leavitt.
Estados Unidos ha elaborado una lista de varios petroleros sancionados adicionales para una posible incautación, según una de las personas familiarizadas con el asunto.
El Departamento de Justicia de EE.?UU. y el Departamento de Seguridad Nacional habían estado planificando las incautaciones durante meses, según dos de las fuentes.
Una reducción o paralización de las exportaciones de petróleo venezolano -la principal fuente de ingresos del gobierno venezolano- tensionaría las finanzas del gobierno de Maduro.
El nuevo enfoque de Estados Unidos se centra en las actividades de lo que se conoce como la “flota en la sombra”, un conjunto de petroleros que transportan petróleo sancionado hacia China, el mayor comprador de crudo de Venezuela e Irán. Una sola nave suele realizar viajes separados en nombre de Irán, Venezuela y Rusia, añadieron las fuentes.
La incautación del petrolero, llamado Skipper, llevó a que al menos un embarcador suspendiera temporalmente los viajes de tres cargamentos recién embarcados que sumaban casi 6 millones de barriles del principal crudo de exportación de Venezuela, Merey, según las fuentes.
“Los cargamentos acababan de ser cargados y estaban a punto de zarpar hacia Asia. Ahora los viajes están cancelados y los petroleros están esperando frente a la costa venezolana, ya que es más seguro hacerlo”, dijo un ejecutivo de comercio involucrado en la compraventa y transporte de petróleo venezolano.
Las fuerzas estadounidenses estaban monitoreando petroleros en alta mar y algunas embarcaciones en puertos venezolanos -ya sea en reparación o en proceso de carga- y esperando a que zarparan hacia aguas internacionales antes de tomar acción, según una de las fuentes.
En el período previo a la incautación del Skipper, que ya había sido sancionado anteriormente por su comercio de petróleo con Irán, las fuerzas estadounidenses habían intensificado la vigilancia de las aguas cercanas a Venezuela y a la vecina Guyana, según otra de las fuentes.
El momento de nuevas incautaciones dependería en parte de la rapidez con que se pudieran hacer los arreglos para que los puertos recibieran los barcos incautados y descargaran los cargamentos de petróleo, sostuvo uno de los informantes.
Muchos de los buques de la “flota en la sombra” que transportan petróleo sancionado son antiguos, tienen una propiedad poco transparente y navegan sin cobertura de seguros de primer nivel. Eso hace que muchos puertos se muestren reacios a recibirlos.
Otro navío, el Seahorse, que está bajo sanciones del Reino Unido y de la Unión Europea por sus vínculos comerciales de petróleo con Rusia, fue monitoreado en noviembre por un buque de guerra estadounidense y detenido brevemente antes de entrar en Venezuela, según una de las fuentes.
Mientras el gobierno venezolano calificó la incautación estadounidense como “un acto de piratería internacional”, especialistas legales señalaron que no encaja en esa definición según el derecho internacional.
“Debido a que la captura fue respaldada y autorizada por Estados Unidos, no puede considerarse piratería”, indicó Laurence Atkin-Teillet, especialista en piratería y derecho marítimo de la Nottingham Law School del Reino Unido.
“El término piratería en este contexto parece ser retórico o figurado, más que un uso jurídico”, concluyó.














































