Por Redacción PortalPortuario.cl
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Un reciente estudio de la organización InSightCrime, que busca combatir el crímen en Latinoamérica, reveló los lugares más frecuentes en los que se ha detectado cargamentos de drogas cuyo origen está en puertos de América Latina con destino a Europa.
Se han depositado narcóticos en el compartimiento del ancla, al que pocas personas tienen acceso. Ocurrió en 2019, en Puerto Caldera, República Dominicana. También se han usado para facilitar la entrega de drogas, pues la amarran, como pasó en 2017 en España.
Una de las formas más comunes es ocultando las sustancias en el depósito principal del barco o casco, en contenedores que ya pasaron las inspecciones aduaneras. La chatarra es un problema, pues los escáneres son incapaces de detectar ahí cantidades pequeñas de narcóticos.
En 2020, la Guardia Civil Española incautó más de una tonelada de cocaína entre sacos de maíz; y a finales de 2019, en Italia descubrieron cerca de 1,3 toneladas en un contenedor refrigerado que transportaba plátanos.
El año pasado, las fuerzas navales de Uruguay incautaron cinco kilos de cocaína del camarote de proa de un barco de bandera china, y en 2018, en Paraguay detuvieron a un capitán, acusado de traficar narcóticos entre sus posesiones en la cabina.
Otro potencial escondite es la chimenea de determinados barcos. En 1996, las autoridades hallaron cocaína escondida en barcos de las Fuerzas Armadas peruanas. Así mismo, los ductos de ventilación fueron usados en 2019 para llevar cocaína a Europa desde Pisco y Chimbote.
Bajo la cubierta, los criminales han usado las entradas de agua. A finales de agosto de 2020, autoridades en Chile detuvieron a 15 sospechosos de transportar sustancias desde Perú a Antofagasta y Santiago. La organización supuestamente había estado ocultando drogas en las entradas de agua de un buque mercante de bandera peruana.
Ese sector se usaban para que un buzo pudiera extraer los paquetes de drogas ocultos cuando el barco pasara por Mejillones. Al desmantelar el grupo, las autoridades decomisaron más de USD 2,3 millones en drogas.
Otro método es esconder los narcóticos bajo cubierta, dentro o adherido al casco sellado del barco, donde es complicado detectarlos. Sin embargo, en 2018 las autoridades en Chile detuvieron a una banda que usaba los cascos de barcos. Los organismos de control incautaron más de 350 kilos de marihuana en el Puerto de San Antonio, luego de una escala en Colombia. En el puerto, la policía marítima interceptó tres buzos colombianos cuando intentaban sacar siete paquetes de la droga desde el casco de la nave.
En abril de 2020, en Trinidad y Tobago la guardia costera interceptó un barco que llevaba cerca de US$160 millones en cocaína en los estanques de combustible. Tambien se ha usado el método “del torpedo”: atan ladroga con cuerdas a la base de los cascos de los barcos, para poder cortar las cargas ilícitas en altamar si las autoridades se acercan mucho.
Finalmente, el cuarto de máquinas también ha sido usado para fines delictuales, pues son zonas restringidas a pocos miembros de la tripulación; así ocurrió en Palermo, Colombia, en 2017. También los traficantes han ocultado narcóticos bajo los propulsores de buques transatlánticos.