Las exportaciones estadounidenses de vehículos y piezas cayeron en febrero al nivel más bajo en ocho meses, lo que subraya el impacto negativo que está teniendo la escasez mundial de semiconductores en la producción de automóviles.

Eso es según los datos del Departamento de Comercio publicados el miércoles, que también mostraron que el déficit comercial de Estados Unidos se amplió a un máximo histórico, ya que una caída del 2,6% en las exportaciones superó una ligera caída en las importaciones, consignó Bloomberg.

Los fabricantes de automóviles cerraron plantas y recortaron la producción a principios de la pandemia mientras la demanda se desplomaba, pero las importaciones y exportaciones de automóviles comenzaron a repuntar nuevamente en julio cuando las fábricas reabrieron y el interés de los compradores se aceleró.

Pero las compañías automotrices, como sus contrapartes en otras industrias, no estaban preparadas para ese repentino aumento en la demanda, lo que provocó una escasez de chips mientras competían con las compañías de tecnología por el suministro.

Ahora, Ford, Nissan y Volkswagen han reducido la producción, lo que podría generar más de USD 60 mil millones en ingresos perdidos para la industria este año, según estimaciones de la firma de asesoría AlixPartners. Además de la caída de las exportaciones en febrero, las importaciones estadounidenses de vehículos y repuestos cayeron a su nivel más bajo en seis meses.

Es poco probable que la crisis de la cadena de suministro se resuelva hasta que se despeje el cuello de botella, probablemente no hasta dentro de unos meses. En febrero, el valor de los semiconductores importados cambió poco a 5 mil millones de dólares, mientras que las exportaciones cayeron más de 400 millones de dólares a 4.8 mil millones de dólares, lo que indica que los fabricantes de chips aún han perdido terreno para compensar las necesidades de los fabricantes.