Por Redacción Grupo T21
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Las compañías ferroviarias en México presentarían en enero del próximo año un plan que confirmaría su participación en los proyectos de trenes de pasajeros y llevar a cabo los estudios de factibilidad sobre las siete rutas que anunció el Gobierno federal, ya que un análisis mayor para este tipo de obras requiere de entre seis meses a un año.
A pregunta expresa de T21, Manuel Gómez Parra, director general de Desarrollo Ferroviario y Multimodal (DGDFM) de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), detalló que lo primero que se requiere es conocer la demanda de esas rutas, así como determinar la interacción con el servicio de carga, es decir, si uno circularía de día para que el otro sea de noche o a través de ventanas para contar con la seguridad que se requiere para proteger la operación.
“Son inversiones muy fuertes que requieren una planeación adecuada y sobre todo de determinar los volúmenes de demanda, puntos de origen y destino que puedan llevar a calcular una rentabilidad económica de los proyectos”, precisó.
Cabe recordar que en abril pasado, Canadian Pacific Kansas City (CPKC) de México firmó un acuerdo con el gobierno para la realización de los estudios del tren México-Querétaro, un proceso en el que se inscribieron ocho empresas. Una vez que se conozca al ganador, serán entre ocho o 10 meses para contar con este documento.
Manuel Gómez Parra detalló también que dentro del análisis se deberán precisar si en la infraestructura actual se puede operar el tren de pasajeros o se tendrá que construir, así como la relacionada con las estaciones.
“Es parte de lo que tendrán que hacer los primeros estudios de factibilidad para la implementación de esos servicios, ver las estaciones adecuadas ya que no necesariamente son las que había, ya que las poblaciones se han movido a través de los años, algunas servirán y otras tendrán que construirse para responder a las necesidades de los pasajeros”, comentó.
De acuerdo con el decreto del 20 de noviembre pasado publicado por el gobierno mexicano, las empresas deberán considerar preferentemente para las rutas de trenes de pasajeros las estaciones que se encontraban en operación antes de 1995.
Será esta semana cuando la Asociación Mexicana de Ferrocarriles (AMF) se reúna con las autoridades correspondientes para conocer más a detalle el decreto.
