La autoridades de Filipinas trabajan para determinar las acciones que tomarán con un buque transportador de carbón gestionado por japoneses, el cual lleva detenido una semana. En primera instancia, Filipinas emitió una orden de incautación y detención.

Tal como informa Maritime Executive, el Ohshu Maru, que está matriculado en Liberia y opera bajo contrato de concesión para empresas gestionadas por NYK, fue visto inactivo en el sur de Filipinas a fines de abril del 2024, donde el barco no presentó a las autoridades sus intenciones en las 24 horas correspondientes.

Asimismo, la Guardia Costera del país señaló que no pudo establecer comunicación por radio con el navío de carga.

A comienzos de mayo, un equipo compuesto por el Servicio de Investigación e Inteligencia Aduanera de la Oficina de Aduanas, la Armada de Filipinas, la Guardia Costera de Filipinas y la Agencia Antidrogas de Filipinas abordaron el barco. Bajo sospecha de contrabando, ordenaron registrar la embarcación.

Tras los registros a bordo, no se encontró ningún tipo de contrabando y todos su trámites estaban en orden. El capitán de la nave explicó que se dirigían al puerto japonés de Kinuura cuando el fletador le dijo que buscara un lugar seguro para ir a la deriva en el Mar de Filipinas. Mencionó que le solicitaron retrasar su llegada a Japón.

Sin embargo, las autoridades siguieron adelante con la acción y obtuvieron la orden de incautación y detención el 3 de mayo, ya que sostienen que una revisión de los registros del Sistema de seguimiento de buques muestra que el buque apagó su transmisión AIS mientras estaba en Malasia, por lo que navegó durante al menos ocho días sin señal.

Finalmente, ordenaron que el barco sea trasladado a un fondeadero en el lado norte de Mindanao, además se solicitó que la Armada y la Guardia Costera de Filipinas mantenga un monitoreo continuo.