Por Redacción PortalPortuario/Agencia Reuters
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Un grupo de nueve fiscales generales estatales republicanos expresó su preocupación por la competencia en relación con el plan de Union Pacific para adquirir a su rival más pequeño, Norfolk Southern, en un acuerdo de 85 mil millones de dólares destinado a crear el primer operador ferroviario de carga de costa a costa en Estados Unidos.
Los funcionarios, encabezados por el fiscal general de Tennessee, Jonathan Skrmetti, y el fiscal general de Kansas, Kris Kobach, enviaron una carta a la Junta de Transporte Superficial (Surface Transportation Board), vista por Reuters, en la que manifestaron su inquietud de que el acuerdo “resultará en una concentración excesiva del mercado que sofocará la competencia y, por lo tanto, generará precios más altos, menor confiabilidad y menos innovación, en detrimento de los fabricantes estadounidenses y, en última instancia, de los consumidores del país”.
La fusión, de ser aprobada, podría transformar la industria ferroviaria de carga en Estados Unidos y contribuir a agilizar las operaciones, eliminando retrasos en los intercambios en centros clave como Chicago.
Los fiscales generales de los estados -que también incluyen Ohio, Florida, Dakota del Norte, Dakota del Sur, Misisipi, Montana e Iowa- señalaron que la fusión podría generar altos costos internos de transporte que “podrían paralizar la capacidad de las empresas estadounidenses para competir con fabricantes extranjeros”.
También advirtieron que “el impacto indirecto de la fusión representa un riesgo significativo no solo para nuestra base industrial, sino también para nuestros productores agrícolas. En última instancia, esta fusión podría comprometer nuestra seguridad nacional”.
Union Pacific declaró que espera con interés presentar su solicitud ante la Junta de Transporte Superficial (STB) “para detallar cómo esta fusión es beneficiosa para Estados Unidos, cumple con el criterio de promover el interés público y mejora la competencia.” La compañía ferroviaria añadió que ha obtenido el respaldo de sindicatos clave y otros actores “para asegurar que el ferrocarril no quede rezagado”.
Anteriormente, ambas compañías ferroviarias informaron que más del 99% de los accionistas de ambas partes votaron a favor del acuerdo. La revisión por parte de la STB podría tardar entre 12 y 18 meses.
La industria ferroviaria ha enfrentado dificultades debido a la volatilidad en los volúmenes de carga, el aumento de los costos laborales y del combustible, y la creciente presión de los remitentes por la fiabilidad del servicio.
En septiembre, el presidente Donald Trump comentó que la fusión “me parece bien” tras reunirse con el director ejecutivo de Union Pacific, Jim Vena, para discutir el acuerdo, considerado la mayor fusión ferroviaria en Estados Unidos en décadas.
Union Pacific domina las operaciones ferroviarias de carga en el oeste de Estados Unidos, mientras que Norfolk Southern es uno de los principales transportistas en el este. Juntas, forman dos de las cuatro principales compañías ferroviarias de Clase I en Estados Unidos, junto con BNSF Railway y CSX Corporation.













































