Por Redacción PortalPortuario/Agencia Reuters
Decenas de petroleros se han unido a la flota en la sombra en 2025, en comparación con los cientos en años anteriores. La contracción se debería a las sanciones occidentales más duras, las que apuntan a las exportaciones de petróleo de Rusia y aumentan la dificultad de encontrar buques adecuados, según dieron cuenta fuentes navieras.
El mes pasado, la Unión Europea y Gran Bretaña impusieron más penalizaciones a Rusia por su guerra en Ucrania.
De esta manera, junto con las restricciones estadounidenses, son más de 440 los petroleros de la flota sombra se enfrentan a sanciones, lo que incluye unidades que Moscú necesita para enviar petróleo a sus principales compradores, China e India.
Venezuela, Irán y Rusia utilizan la flota de navíos fantasma para evadir las sanciones occidentales. Por lo general, las naves son antiguas, su propiedad es poco conocida y navegan sin la cobertura de seguro más alta para cumplir con los estándares internacionales de las grandes petroleras y de muchos puertos.
Desde que comenzó la guerra de Ucrania en 2022, la flota sombra ha sido utilizada especialmente por Rusia, que ha dependido de los ingresos del petróleo para ayudar a financiar su esfuerzo bélico.
Además de las sanciones, el Grupo de los Siete (G7) ha impuesto un límite al precio al que se puede vender el petróleo ruso, lo que aumenta las complejidades comerciales.
El tamaño de la flota oscila entre 1.200 y 1.600 petroleros, según estimaciones de fuentes del sector y analistas, como Lloyd’s List Intelligence y la firma de corretaje marítimo Gibson. Esto representa aproximadamente una quinta parte de la flota mundial de petroleros.
Eso se compara con unos pocos cientos de buques que operaban antes de la guerra de Ucrania, pero las fuentes dicen que su crecimiento se ha desacelerado año tras año a medida que la lista de sanciones ha crecido y las ventas de naves de segunda mano han estado bajo un mayor escrutinio por parte de las autoridades y los equipos de cumplimiento legal.
La estimación del tamaño de la flota en la sombra no incluye cientos de petroleros costeros más pequeños, que no navegan en alta mar pero han transportado petróleo, principalmente para Rusia.
“Los reguladores están cerrando la red”, dijo Anna Giacomello, analista de la empresa británica de inteligencia de riesgo y defensa cibernética marítima Dryad Global, en un informe de julio.
A pesar de todos los riesgos, el potencial de ganancias sigue siendo un atractivo para algunos. “Los operadores aún pueden ingresar a la flota sombra porque puede ser altamente lucrativo”, sostuvo Leigh Hansson, socio de sanciones del bufete de abogados Reed Smith, que asesora a compañías navieras y comerciales sobre el cumplimiento de las sanciones petroleras.
Smith planteó que los principales actores establecidos se mantendrían alejados y que sólo aquellos con poca experiencia en el mercado naviero podrían estar dispuestos a participar en operaciones riesgosas, con buques más viejos que las principales aseguradoras de barcos no cubrirán.













































