Francesco Schiaffino es consultor especializado en el sector portuario.
¡En sus marcas! Listos… ¿Para qué? Pareciera ser la consigna en un sector de la economía que poco avanza y está bastante empantanado.
Permisos ambientales, innovación tecnológica, automatización, transparencia, disputas sin resolver (security fee entre otros), relaciones con el mundo laboral, una nueva ley portuaria que no se define, caída de eficiencia, problemas de consumo de sustancias ilícitas, declaraciones de invertir para extender concesiones actuales y postergar licitaciones y una lista que se alarga y agranda cuando los temas cuando no avanzan, atochados.
Pareciera que no hay una idea de desarrollo que logre acuerdo entre las partes, como consecuencia, no hay un proyecto común. Las pruebas están a la vista.
En una reciente entrevista al dirigente Pablo Klimpel publicada por PortalPortuario vemos que los gremios de trabajadores se rearticulan de cara a los procesos del país y además envían mensajes como el paro en Valparaíso el mismo día de la primera recalada de un armador que, además de carga, trae la esperanza que el 2025 sea un buen año finalmente para ese puerto. Un autogol para la actividad, pero pareciera que no para las agendas.
Lo único que ha entregado cierta urgencia en los discursos es el positivo desarrollo que en Perú se lleva a cabo y que ha generado llamados con urgencia a ponerse al día, a pesar que hasta hace poco se decía que no afectaba a Chile en su competitividad.
Por otro lado, gremios empresariales tratan de poner urgencia a la inversión en las actuales concesiones al parecer a cambio de extensiones de las mismas más allá de la duración de los contratos vigentes. No se escucha mucho acerca de automatización, digitalización o recuperación de eficiencia.
Tiene lógica, la demora de proyectos hace que los actuales terminales en competencia se comiencen a llenar y, por lo tanto, la competencia se reduce y las tarifas aumentan. Mayor margen para el operador del terminal. Y si hay aumentos de costos, se transfiere a los usuarios. Es la mejor época de un proyecto de este tipo, la de mayor margen pero en la que los usuarios lo pagan. El año 2030, los dos terminales 1 de Valparaíso y San Antonio, terminan sus concesiones extendidas (20+10 años) y hay exceptivas que la competencia se active en beneficio de mejoras para los usuarios.
Se hace cada día mas necesario un cambio de enfoque en el desarrollo portuario y que la tensión de la competencia vuelva a sentirse a través de una licitación y en la búsqueda continua de mayor eficiencia y mejor servicio.
Cuando eso se logre podremos decir con entusiasmo: ¡En sus marcas! ¡Listos!… ¡Ya! Una frase que evoca sana competencia.












































