El Gobierno de Portugal, a través del Ministerio de Infraestructura y Vivienda, decretó la requisa civil del Puerto de Lisboa y así hacer frente a las limitaciones causada por la huelga de los trabajadores portuarios, en medio de la crisis por el coronavirus.
Según la cartera liderada por Pedro Nuno Santos, “el sindicato que declaró la huelga y los trabajadores que cubrió no garantizaron los servicios mínimos establecidos, poniendo en riesgo el suministro a las regiones autónomas de las Azores y Madeira y la región de Lisboa”.
En un comunicado, el ministro Pedro Nuno Santos argumenta que, dada la situación que vive el país, especialmente “las regiones autónomas, que no tienen medios de transporte alternativos”, era urgente garantizar “el suministro normal y regular a la población local, comercio, industria y servicios”.
Junto con ello, según consigna Expresso, el Gobierno decidió la medida, dada la “situación especial de las regiones autónomas, que no tienen medios de transporte alternativos, garantizan el suministro normal y regular a la población local, el comercio, la industria y los servicios en estas regiones. También se tomaron en cuenta el contexto actual de incertidumbre acerca de la evolución del brote de COVID-19 y la necesidad redoblada de garantizar un nivel adecuado de suministro de bienes que son esenciales para satisfacer las necesidades sociales imperativas en algunos sectores”.
El Sindicato de Dockers y Actividad Logística comenzó una huelga en horas extras el 19 de febrero, mientras tanto, extendió el alcance de la paralización a todas las horas de trabajo entre el 3 y el 19 de marzo, y recientemente anunció un nuevo extensión de la huelga hasta el 13 de abril.