Por Redacción PortalPortuario
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Tras alcanzar un acuerdo con sindicatos de la Marina Mercante del centro y norte de Chile, el Gobierno – a través del Ministerio de Economía- ingresará nuevas indicaciones al proyecto de Ley que modifica el cabotaje.
El Ministro de Economía, Nicolás Grau, detalló -en la última sesión de la Comisión de Obras Públicas, Transportes y Telecomunicaciones de la Cámara de Diputados- los alcances del consenso alcanzado con las unidades sindicales de la Marina Mercante cuyos trabajadores, en palabras de la propia autoridad, se verán más afectados por el proyecto.
Los ejes centrales de los cambios tienen que ver con el resguardo de las fuentes laborales y fomentar la formación, además de capacitación de oficiales y tripulantes.
Además, se incorporan mejoras a la legislación actual mediante el establecimiento en la reputación a casco desnudo con promesa u opción de compra, que luego de un año, la tripulación pase a ser chilena, algo que en la ley actual solo ocurre al cabo de ocho o diez años.
Por otro lado, se busca fomentar la marina mercante nacional con la facilitación para constituir navieras chilenas con capitales extranjeros, pero manteniendo la obligación de emplear tripulaciones 100% nacionales al usar el pabellón de Chile, pasando -además- a ser parte de la reserva naval.
De la misma manera, en el servicio regular o waiver anual se permite a las naves extranjeras abrir nuevas rutas, pero se les exigirá que -tras dos años- la empresa debe constituirse como chilena.
El proyecto permitirá también que naves con bandera de conveniencia puedan mover carga donde los navieros chilenos no lo hacen.
El ministro Grau sostuvo, entre otras cosas, que se ha tomado el resguardo de “evitar el cabotaje encubierto”, en lo que refiere a las rutas de salida, habilitando a las navieras extranjeras tomar carga en un puerto chileno y dejarla en otro, siempre que no exceda -en el caso de los contenedores- la cantidad ya operada en su ingreso.
Otra alteración del proyecto es el cambio en el concepto de cabotaje que, originalmente, señalaba que podía realizarse “entre puntos” y ahora se limita a “entre puertos”. Lo anterior evitaría el ingreso de empresas extranjeras en operaciones marítimas en el sur austral que se efectúan entre puertos, pontones y rampas, pero también facilitaría el tránsito de cargas de exportación del sur al norte y de ahí a mercados internacionales como podría ser la celulosa que, según el ministro Grau, podría embarcarse en el Bio Bio y dirigirse a Arica para, luego, transportarse por tierra a Bolivia, evitando lo que sucede en la actualidad que, por la restricción, las naves deben ir a Callao y luego volver al norte de Chile para dejar cargas destinadas al mercado boliviano.
“Las nuevas indicaciones tienen como eje articulador hacerse cargo de las preocupaciones respecto del impacto que esta ley podría tener en la contratación de trabajadoras y trabajadores chilenos, manteniendo los distintos objetivos que nosotros hemos promovido como Ejecutivo desde el comienzo”, sostuvo Grau.
Los aspectos que se mantienen en la Ley de Fomento a la Marina Mercante es que el proyecto aplicará para naves de sobre 3 mil toneladas, se elimina el incremento del 6% a la oferta de naves extranjeras y agilización del procedimiento de reclamo. Además del waiver regular, se mantendrá el caso a caso, pero el permiso se otorga si no hay naves chilenas que presten servicio. El transporte de contenedores vacíos queda excluído de la definición de cabotaje. Se elimina la norma que exime a las navieras del DL 211, se traspasan al Ministerio de Transporte funciones de la comisión del artículo 4° y se restablece el umbral de 400 pasajeros para permitir que buques foráneos (cruceros) puedan participar del cabotaje de pasajeros.
En el caso de la Ley de Navegación se apunta a eliminar barreras administrativas para constituir navieras en chile, se exige que el capitán y sus tripulantes sean chilenos para enarbolar la bandera nacional y se cautela que solo las naves chilenas podrán ser parte de la reserva naval.