Por Redacción PortalPortuario
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Según el World Factbook, una publicación anual de la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos, Ucrania es el primer país de Europa en superficie de tierra cultivable, en concreto el 56,1% de su extensión. Una región clave para nutrir de cereal a Europa, pero también a otros países fuera de la Unión Europea con gran dependencia del grano ucraniano.
El Puerto de València es uno de los destinos donde llega el grano procedente del país báltico para el consumo en nuestro país. La guerra paralizó gran parte de las importaciones, aunque las “ventanas” al comercio marítimo negociado por Naciones Unidas, paliaron en parte la caída del cereal ucraniano que llegó a las costas valencianas. En 2022, la cifra se situaba en 241.000 toneladas, 87.000 menos que el año anterior, y la cifra más baja de los últimos años. En el primer trimestre de este año, ya son 163.000 toneladas, una cifra positiva a la espera de cómo evoluciona la situación del conflicto por la invasión rusa. Maíz, trigo, cebada y derivados del girasol son los cereales más afectados por la guerra de Ucrania. Una situación que ha hecho que ganen peso las importaciones de otros países como Rumanía, o en el caso del año pasado, Brasil.
El mismo informe de la UE indica que “el 22 de julio de 2022, las Naciones Unidas y Turquía negociaron un acuerdo para la apertura de un corredor humanitario marítimo seguro en el mar Negro. Desde entonces, unos 800 buques llenos de cereales y otros alimentos han salido de tres puertos ucranianos: Chornomorsk, Odesa y Yuzhny/Pivdennyi. Si bien desbloquear la ruta de exportación marítima ha contribuido a hacer frente a la crisis mundial de seguridad alimentaria y a reducir los precios de los cereales, los retrasos en las exportaciones siguen siendo importantes. Hasta marzo de 2023, se han exportado, gracias a la iniciativa sobre la Exportación de Cereales por el Mar Negro, más de 23 millones de toneladas de cereales y otros alimentos gracias a la Iniciativa sobre la Exportación de Cereales por el Mar Negro”.
El flujo de cereal originario del país ucraniano depende de los pactos que lleguen los distintos países y las amenazas de Rusia sobre los acuerdos internacionales que dan salida al cereal que parte del granero de Europa hacia todo el mundo. De hecho, en este primer semestre de 2023, el grano procedente de Ucrania que ha llegado al Puerto de València, ha superado las 296.000 toneladas, por encima ya los datos de todo 2022. Una situación que tras la no renovación de Rusia del acuerdo que permitía en envío desde los puertos ucranianos a través del mar Negro y del ataque a las infraestructuras cerealísticas de Ucrania, vuelve a poner en serio riesgo el abastecimiento del granero de Europa de estos productos básicos al resto del mundo, especialmente a los países más necesitados.
El cereal que llega al Puerto de València
En este marco, durante 2022 la importación de cereales procedente de Ucrania al Puerto de València alcanzó las 241.000 toneladas que se concentraron en los meses de febrero (65 mil), marzo (83 mil), noviembre (65 mil) y diciembre (29 mil). En 2021, arribaron a las dársenas valenciana 328 toneladas de grano ucraniano con barcos que llegaron en diez de los meses del año. En el 2019, año precovid, las importaciones ascendieron a 616 toneladas, también repartidos en diez meses, mientras que en 2018 fueron 850 mil toneladas. Este tipo de productos varía su import/export en función de las cosechas que se producen en los países y su almacenamiento.
En términos porcentuales, el 18,3% del total de cereales y sus harinas que llegaron al Puerto de València procedieron de Ucrania, mientras que en 2021 este porcentaje fue del 30,8%. En 2018, el 59% del cereal que llegó al Puerto de València tuvo su origen en la región ucraniana. En 2019, fue el 52% y en 2020 (año Covid) fue el 35,4%.
Si analizamos 2022, año de la invasión rusa, en comparación con 2021, los datos arrojan una diferencia entre el periodo anterior a la guerra de un saldo positivo de 87.000 toneladas más que en 2022 de cereal ucraniano. Y si se compara con un año preCovid, las diferencias todavía son mayores. En 2019, el cereal importado desde tierras ucranianas fue de 375.000 toneladas más que en 2022 y en 2018 la diferencia se va a más de 600.000 toneladas.