Inspectores marinos reciben USD 70.000 por errores de subcontratistas

Por Redacción PortalPortuario

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Un solo error técnico de un subcontratista no asegurado resultó en un acuerdo de USD 70.000 y llevó al Club de Intermediarios del Transporte Internacional (ITIC) a advertir a los inspectores de buques sobre la exposición financiera que enfrentan cuando confían en datos de terceros sin protección contractual.

“La disputa surgió después de que un posible comprador designara a un perito naval para confirmar que un buque pesquero comercial cumplía con los requisitos de la autoridad de seguridad marítima pertinente. Como parte de la inspección, el perito encargó a un arquitecto naval externo que proporcionara la información técnica necesaria para calcular el francobordo del buque. Los datos proporcionados eran incorrectos, lo que llevó al perito a informar un francobordo erróneo y a concluir que el peso ligero registrado en el libro de estabilidad existente era inexacto”, comunicó la entidad.

Por su parte, Mark Brattman, Director de Reclamaciones de ITIC, afirmó que “los peritos dependen de una amplia gama de datos técnicos, gran parte de los cuales provienen de especialistas externos que trabajan bajo subcontratación. Cuando dicha información es errónea, el perito puede asumir la responsabilidad, especialmente si el subcontratista no cuenta con seguro propio. Este caso demuestra la rapidez con la que un simple error puede derivar en una reclamación con pérdidas indirectas”.

Como resultado de la información incorrecta, el perito informó al comprador que el buque requería una nueva inspección completa antes de poder entrar en servicio. “En realidad, la documentación de estabilidad era correcta. Posteriormente, el comprador incurrió en el costo de la segunda inspección innecesaria y perdió tres salidas de pesca mientras esperaba la autorización, lo que le generó reclamaciones por los gastos de la inspección y la pérdida de ingresos durante el retraso”, informó la entidad.

El ITIC evaluó si las ganancias de esos viajes perdidos podían reclamarse y consideró la posibilidad de que un tribunal decidiera que el perito era responsable de una pérdida de ganancias que podría haberse previsto.

La situación se complicó aún más debido a que el arquitecto naval responsable de los datos incorrectos no tenía seguro ni contrato formal con el perito, lo que dejaba pocas posibilidades de recuperar su contribución. La reclamación finalmente se resolvió por 70.000 dólares estadounidenses, que cubrían el costo del segundo perito y una cantidad acordada por la pérdida de ingresos.

“Muchas condiciones comerciales estándar excluyen la responsabilidad por pérdidas emergentes, como el lucro cesante, pero en este caso, el perito no operaba bajo tales condiciones. Los peritos deben verificar las credenciales y la situación de los seguros de los subcontratistas con los que trabajan y asegurarse de que sus propias condiciones incluyan un límite de responsabilidad, una exclusión por pérdidas emergentes y, posiblemente, una exclusión que establezca que el perito no es responsable de las inexactitudes en la información de terceros en la que se ha basado razonablemente”, planteó Brattman.

“Todo esto debe acordarse por escrito. También es importante tener cuidado al asesorar a los compradores sobre las inspecciones de seguimiento y el impacto operativo de dichas recomendaciones. Una documentación clara y unos contratos sólidos siguen siendo fundamentales para reducir el riesgo de disputas costosas”, concluyó.


 

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