Por José Antonio Contreras es Director General de Contecon Manzanillo, empresa subsidiaria de ICTSI
Desde el inicio de la pandemia, muchos son los artículos de opinión, informes, publicaciones en redes sociales, que han intentado ir discerniendo lo que debería ir ocurriendo en la logística marítima internacional.
Y hago énfasis en el concepto “internacional” porque uno de los aprendizajes que nos ha dejado esta etapa es entender que la logística no es un tema local o regional, sino que es una compleja red mundial que abarca a infinidad de actores, algunos puramente logísticos (líneas navieras, puertos, ferrocarril, etc..) y otros, como es el caso de Autoridades Portuarias, Aduanas, transportistas locales, agentes aduanales… que juegan un papel fundamental y son piezas de este complejo engranaje. En los extremos, nos encontramos con los importadores y exportadores.
La pregunta es ¿por qué seguimos gastando esfuerzo y recursos en intentar adivinar lo que va a pasar en un futuro totalmente incierto, y no preparamos las compañías para adaptarse lo mas rápidamente posible a las situaciones que vayan surgiendo?
Si de algo podemos estar seguros, es que la globalización del comercio y la industria trae muchos beneficios en términos de especialización y competitividad, pero también ha creado muchos retos vinculados a la conectividad total. Uno de los principales, es que esta conexión logística no solo mueve bienes y servicios, sino que es capaz de trasmitir los problemas y restos de un punto del planeta a otro de forma inmediata.
Dado este panorama, que vino para quedarse, y que no está bajo control de ninguno de los actores logísticos, lo único que podemos hacer es preparar a nuestros equipos y empresas, haciéndolos más resilientes y adaptables a lo que pueda ir surgiendo en el camino.
Y para ello, que mejor que buscar la simplicidad en los procesos, no solo internos, sino también externos. ¿Cuántos actores intervienen en la importación/exportación de un contenedor?.
Demasiados nodos en una cadena, sea logística o de otro tipo, hacen lenta la comunicación y los tiempos de reacción ante un evento excepcional.