Juan Francisco Linares: “A Bahía Blanca me gustaría verlo como un puerto posicionado en contenedores”

Por Andrés Orrego Siebert

@PortalPortuario


En el extremo sur de la Provincia de Buenos Aires, el Puerto de Bahía Blanca tiene todo para ser el gran complejo multipropósito de Argentina. El recinto cuenta con aguas profundas y abrigadas, unas 2 mil hectáreas de área de reserva, además de conectividad ferroviaria y carretera. Sin embargo, a pesar de estas ventajas, esta estación marítima no cuenta con líneas regulares de contenedores, lo que se transforma en una oportunidad futura para movilizar la producción de cientos de emprendedores y de pequeñas empresas de esa región.

Por ahora, no se trata de un imposible, sino de cambios que requieren voluntad y una visión estratégica que permitan complementar logísticas armadas y con una fuerte adherencia cultural desde el punto de vista productivo en la República Argentina, así como reforzar un trazado ferroviario con capacidad de carga que ya llegó a su tope.

Fuera de los contenedores, el Puerto de Bahía Blanca con sus 400 hectáreas y variedad de terminales es uno de los centros portuarios de mayor relevancia en el país, toda vez que es el eje de las exportaciones de oil and gas y, junto a esto, resulta gravitante para la eficiencia de la cadena de exportación cerealera de este granero del mundo, ya que los barcos panamax que operan en la hidrovía, en la zona norte argentina, completan sus bodegas en este punto neurálgico del comercio exterior del Atlántico sur.

Ese es el escenario que describe Juan Francisco Linares, gerente general del Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca, quien en entrevista con PortalPortuario, detalló aspectos del momento que vive este complejo portuario.

¿Cuál es el momento de vive el Puerto de Bahía Blanca?

En los últimos años, Bahía Blanca es el puerto de aguas profundas de la Argentina y la mecánica de los granos, los buques cargan en el norte del país a un 70- 80% y completan acá en Bahía Blanca con 20 mil a 30 mil toneladas que se les cargan. Eso viene creciendo y si vemos en los últimos años tenemos muchas inversiones de los traders y de las empresas internacionales situadas en Bahía Blanca que han mejorado su capacidad de acopio, su logística, así que este es un sector que viene creciendo.

¿Cómo se ve el avance del puerto en relación a lo energético?

El sector petroquímico tiene un crecimiento importante. Empiezan a aparecer nuevas terminales de carga para monetizar todo lo que es el gas desde hace 20 años, pero hay algo muy importante que pasó en los últimos años que se llama Vaca Muerta y el Puerto de Bahía Blanca empieza a tener una inercia con proyectos relacionados del Oil and Gas, donde sí tenés un volumen de carga y un nivel de inversión que te sitúan en otro lugar. En Puerto Rosales, fuera de la Ría de Bahía Blanca, para 2025 teníamos previsto 15 millones de toneladas de crudo y para 2026 19 o 20; es decir, de un año para otro te aparecen 5 millones de toneladas de lo que es exportación de crudo que es un crudo más liviano que va a Estados Unidos.

Después tenemos varios proyectos para monetizar el gas de Vaca Muerta y la gran ventaja que tiene Bahía Blanca es que tiene un nodo de oleoductos y gasoductos desde Vaca Muerta, dando una sinergia interesante y ahora, con Mega, estamos en un proyecto interesante de 1.5 millones de toneladas que es para separación de gases, porque cuando uno perfora y saca crudo vienen gases asociados a los que hay que darles tratamiento para que aparezca el propano, butano y la gasolina, por lo que el año que viene veremos unas 200 mil toneladas más.

¿Viene algún proyecto en relación a este crecimiento que experimenta el puerto?

Tenemos grandes proyectos a confirmar en el año que viene. Una planta de fertilizantes de 2 millones de toneladas, una planta grande de separación de gases también y un crecimiento de 5 millones adicionales, lo que va a depender de las decisiones de los próximos meses, porque son inversiones muy grandes para las ventanas que existen en oil and gas, porque hay una cierta incertidumbre en el tiempo que vas a poder seguir vendiendo gas y crudo con lo cual el timming es muy importante.

Geográficamente, Coronel, San Vicente y Lirquén, en Chile, están a la misma altura que su puerto ¿Son competencia los puertos del Bio Bio para el eje de Bahía Blanca en relación a Vaca Muerta?

La potencialidad de Vaca Muerta es muy grande y ya se está exportando gas y petróleo a Chile. Uno o dos puertos no es suficiente y es muy importante tener capacidad de evacuación e infraestructura, porque saliendo por Chile también te posicionás para otros mercados con lo cual creo que hay una sinergia. Vaca Muerta necesita capacidad de evacuar la producción y salir por Chile ya es una opción que se ha tomado. Respecto del insumo sí es diferente, porque la arena que alimenta a Vaca Muerta viene de canteras que están en la Argentina, en Ibicuy, con lo que ese volumen es trasladado, en su mayoría por camión, por tren y algo por vía marítima, pero la realidad es que si empezamos a ver un crecimiento importante ya las carreteras no soportan ese tráfico y tienen que hacer una parte, aunque sea inicialmente, por vía marítima saliendo del Puerto de Ibicuy, llegando a Bahía Blanca y, después, por camión, aunque en realidad debería ser por tren, aunque hay que hacer una inversión para llegar directamente por tren hasta Vaca Muerta.

Ya que menciona la conectividad ferroviaria ¿Cuánto se moviliza por vía férrea?

Hoy, el 33% de la carga de grano viene en tren y eso, si lo ves en cualquier otro puerto de la Argentina, es muy diferente. Bahía Blanca tiene un desarrollo ferroviario bastante interesante, pero -por supuesto- bastante lejos de lo que necesitamos y si queremos crecer con el grano tenemos que tener una mejor logística ferroviaria para aumentar nuestro hinterland.

Por vía férrea, el Puerto de Bahía Blanca moviliza 4.5 millones de toneladas. Si vemos a Bahía Blanca, hay un puerto con un gran desarrollo, buena infraestructura, un gran canal de navegación con profundidad y demás, pero las vías son la sangre del puerto. Si tienes un puerto con mucha capacidad de crecimiento en algún momento te sentís con un estrés logístico. En las rutas nuestras, hoy en día, estamos encarando desafíos en los accesos viales y los estamos haciendo, pero no es suficiente. Si uno realmente quiere seguir creciendo y dar una buena alternativa a los inversores hay que acompañar esa logística náutica y portuaria con la logística vial y ferroviaria, así que es un pendiente.

De todos modos, es casi un tercio del total lo que se mueve por ferrocarril… 

Sí, un 33%, pero es un ferrocarril que ya está al tope y al que no le entra más, porque no tiene capacidad de transporte.

¿Por qué cree que se llega a este déficit ferroviario? 

Creo que a la Argentina le faltó una política ferroviaria clara. Es decir, hoy tenemos concesiones, ramales ferroviarios que se están renovando año a año y no hay un horizonte claro para los concesionarios, o sea que el que está hoy con el contrarto y el manejo de la vía ferroviaria no puede armar un plan de negocios y desarrollo, porque no tiene un largo plazo y eso hace muy difícil cualquier negocio. Argentina tenía un desarrollo ferroviario muy grande hace 60 años y muchos de los proyectos o mejoras que necesitamos en el puerto es volver a tener la capacidad de hace 60 años.

Al ser un puerto de aguas profundas ¿Bahía Blanca podría entrar en contenedores? 

En Bahía Blanca trabajamos contenedores, pero un movimiento muy chico. Son contenedores, en su mayoría, de exportación del polo petroquímico que serán unos 60 mil a 80 mil contenedores anuales, lo que es muy poco. Es una tarea pendiente, pero también el desarrollo de contenedores, al no tener una buena logística terrestre, al no tener un tren conectado a lugares de gran consumo hace muy difícil esa operación. Por ejemplo, un Bahía Blanca con una buena conectividad ferroviaria podría ser una muy buena alternativa, al ser un puerto de aguas profundas, para la exportación e importación de todos los contenedores de la Argentina, pero eso no está, así que la realidad es que hoy le brindamos el servicio de contenedores a nuestros clientes, nuestros concesionarios y muy poquito, lo que se puede, a desarrollos regionales, ya sea frigoríficos, grano orgánico, miel y algo de importación.

De contar con esa conexión ferroviaria para contenedores ¿No existe un peso cultural en la Argentina de mover carga por los mismos puertos donde ya la logística está armada? ¿Las navieras verían atractiva esta alternativa si se piensa que hay que añadir días de navegación? 

Sí, es una realidad lo que decís. Es decir, tiene de todo un poco. Por supuesto, está la mirada federal y la mirada de la logística que no querés cambiar con las inversiones que tenés hechas de las concesionarias que están ubicadas y que tomaron un plan de inversión. Es muy difícil traccionar un cambio ahí, más aún cuando no tenés desarrollado un ramal ferroviario eficiente; es decir, tenés que salir a hacer una gran inversión ferroviaria, una gran inversión portuaria y después tenés que convencer a las líneas de que hagan un día o un día y medio más para llegar a Bahía Blanca. Eso lo hemos visto, lo hemos analizado y hablado con algunas navieras que, en algunos casos, nos han dicho que con una buena logística lo tomarían como una buena opción, porque podrían entrar con buques de 14 metros de calado y podrías manejar otros volúmenes que hoy no se pueden atender en el Río de la Plata. A Bahía Blanca me gustaría verlo como un puerto posicionado en contenedores, pero estamos lejos hoy, aunque sí estamos cerca para otros tipos de carga.

¿Cuáles son las ventajas de Bahía Blanca? 

Un canal de navegación que te permite navegar buques de entre 13,70 y 14 metros de calado; es decir, es uno de los puertos profundos de la Argentina, pero que -además- es un puerto abrigado. No tenés el mar de fondo, el mal tiempo. Aquí, los barcos entran y salen y tenemos 9 a 10 días con alguna limitación por mal tiempo. Después, la disponibilidad de tierras para crecimiento es otra ventaja, porque -al estar en la costa- tenemos zonas intermareales que no sirven para emplazamientos urbanos, poque en bajamar quedan descubiertos y en pleamar quedan llenos de agua, por lo que nosotros vamos rellenando en la medida que el puerto necesita espacio para crecer, siendo imposible que sea ocupado ese espacio por otras actividades.

Hoy tenemos destinadas 400 hectáreas que ya están desarrolladas portuariamente, pero tenemos 2 mil a los costados para seguir creciendo y eso lo buscás en otros puertos y no lo encontrás, porque la verdad es que los puertos se desarrollan y empiezan a ser rodeados por la ciudad, por la industria y eso después te genera una traba al crecimiento. Después por el lado de la logística, la red ferroviaria, la red vial, las líneas de alta tensión que hacen nodo en Bahía Blanca, los oleoductos más importantes de la Argentina. Lo mismo los poliductos y los gasoductos; es decir, confluye aquí toda la logística, por lo que tenemos un espacio donde a todo eso se le puede agregar valor. Está tabién el modelo de gestión que es un consorcio de gestión, un ente público no estatal que administra tierras de la provincia de Buenosd Aires, pero con una autonomía total.

¿Qué otras cargas maneja su puerto?

Otro vector de carga es la carga general y también está vinculado a la energía. Toda la Región de Bahía Blanca y el sur argentino tiene muy buenas condiciones para la energía eólica y, en ese sentido, Bahía Blanca con una subzona franca que tenemos dentro del puerto ha sido una muy buena herramienta para el ingreso para esos equipos y diría que el 70% de los parques eólicos de todo el país ingresaron por Bahía Blanca. Otra línea de crecimiento en carga general son todo lo que es insumos para Vaca Muerta. La arena tiene una proyección muy alta y diría que para los próximos dos o tres años estemos hablando de 5 millones de toneladas de arena si vemos todos los proyectos de perforación.

¿Cómo ve los desafíos de Bahía Blanca en su ámbito portuario?

El gran desafío es la logística, el poder mejorar la conectividad del puerto. Un desafío importante -y que estamos evaluando- es la profundización del canal principal para poder descargar buques de mayor tamaño tipo Suezmax con crudo, eso es algo que se va a definir en el transcurso de 2026 y otro desafío para 26/27 es mejorar la capacidad del puerto para recibir más carga general, suponiendo que todos estos proyectos se confirmen como la nueva planta de fertilizantes o la separación de gases y demás. Hoy tenemos dos muelles de carga general, pero si se incrementa vamos a tener que salir a buscar un nuevo muelle, una nueva alternativa para los próximos tres o cuatro años.

De todos modos un punto para el puerto es la logística vial y ferrovial. Tenemos que hacer algo si queremos seguir creciendo, pues tenemos el canal de navegación que es espectacular. Con capacidades para crecer podemos duplicar el puerto sin generar un estrés logístico en el agua. Las tierras que tenemos son suficientes para seguir creciendo, pero tiene que estar acompañado de la logística, sino va a ser muy difícil. Claro que la exportación de crudo y gases, lo vamos a poder hacer, porque eso viene por ducto y no genera mayor entrada y salida de camiones.

¿La comunidad de Bahía Blanca acompaña a su puerto en estos desafíos? 

Algo que es importante es que todo este crecimiento no se puede llevar adelante si no tenemos una relación con la ciudad y el medio ambiente, porque si no también te quedás a medio camino y cuando hablamos de la logística que necesita también es porque no podemos complicar el desarrollo de la ciudad, porque pasás a ser un problema y siendo así no podés seguir haciendo proyectos.

¿Qué acciones tiene el Puerto de Bahía Blanca en relación a esa licencia ambiental y social que da una buena relación ciudad-puerto? 

Tenemos programas de reducción de CO2, tenemos un centro de rescate de fauna, algo impensado hace 15 años, y es un centro ideado para cuando encontramos algún pingüino u otro animal para darle tratamiento y devolverlo a su hábitat. Trabajamos mucho con las asociaciones de medio ambiente a las que cuando hay un proyecto las llamamos, les explicamos y tomamos sus sugerencias, porque son muy importantes. También estamos haciendo un trabajo muy grande en que la ciudad se dé cuenta que es una ciudad portuaria. ¡Es increíble, es una locura! ¿sabés la cantidad de gente de Bahía Blanca que no conoce su puerto?, no lo conocen. Entonces ahora, todos los días, estamos recibiendo escuelas, universidades, centros de jubilados para lo cual tenemos una lancha para hacer unos paseos guiados y otra cosa que ha funcionado muy bien es que estamos generando materias en las escuelas que son específicas y que las hicimos validar ante Nación y ante Provincia y que están relacionadas con el puerto. Este trabajo está orientado desde chicos, desde jardín de infantes, para que empiecen a ver y conocer el puerto.

¿En qué consiste ese programa educativo? 

Le damos materiales a las distintas escuelas para que dentro de los curriculum puedan estudiar al puerto y, a fin de año, o al fin de esa materia, tengan la visita guiada que incluye una presentación de todo lo que hacemos y la realidad es que eso tiene un efecto muy importante, porque después esos chicos van a la casa y le cuentan a los padres del puerto que ellos no conocen. Con esto, Bahía Blanca se está dando cuenta, recién, que el desarrollo económico de la ciudad está ligado al puerto. Hace 40 años atrás, Bahía Blanca era una ciudad que se percibía ligada al desarrollo agropecuario, pero hoy con el polo industrial, el polo petroquímico, el peso fuerte de la economía bahiense es el puerto y te diré que también dela región a la que no podemos dejar sola y tenemos que sumarla al desarrollo.

¿En qué sentido?

Estamos visitando distintas ciudades de la región y lo que salta ahí es el contenedor, porque tenés economías chicas que si no tienen una logística que los hagan competitivos, no pueden llegar con sus productos afuera y ahí estamos tratando de buscarle la vuelta para usar contenedor, pero es muy difícil. Ellos tienen la capacidad de producir, son escalas chicas de producción, pero no tienen la capacidad de salir con sus productos al mundo, porque no tienen la logística, así que ahí también tenemos la mirada. Aquí otro punto, porque está lo de poder llegar con tren a Vaca Muerta que es el tren para las petroleras y demás, pero para nosotros es el tren en el que podemos unir, a lo largo de esa traza, a más de 100 localidades que van a  poder subirse con sus cargas y entonces esa también es la mirada que tenemos que tener.

¿Podría ser una alternativa el modelo chileno de puertos secos para agrupar y consolidar esas cargas antes de llevarlas a Bahía Blanca?

Claramente. Por eso, estamos haciendo las visitas. Estamos haciendo un relevamiento para ver dónde podemos encontrar un espacio para generar una logística adecuada para que, de acuerdo a los volúmenes y a las distancias, esté en un lugar, donde -más o menos- compense para armar volumen, siendo imperativo estar sobre la traza ferroviaria actual y ver también si en ese espacio le podemos dar régimen de zona franca.


 

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