Por Redacción PortalPortuario/Agencia Reuters
Kawasaki Kisen (K-Line) está ajustando sus servicios en Estados Unidos y está preparada para redirigir más navíos a otras regiones mientras se prepara para los aranceles estadounidenses potencialmente más altos, los que son impulsados por el mandatario del país norteamericano, Donald Trump, según dio cuenta el director ejecutivo de K-Line, Takenori Igarashi.
“Hubo momentos en que los barcos no pudieron cargarse completamente en algunas rutas y en que redujimos la frecuencia de los servicios de contenedores desde el este de Asia a Estados Unidos”, comentó Igarashi -quien asumió su cargo en marzo- a Reuters en una entrevista. “Estamos ajustando la capacidad de nuestra flota según el volumen de carga”, sumó.
K-Line, una de las principales compañías navieras de Japón, ha calculado un impacto de 30.000 millones de yenes (200 millones de dólares) por los aranceles estadounidenses para el ejercicio fiscal hasta marzo de 2026, citando un efecto en el negocio de transporte de automóviles y menores volúmenes de contenedores y tarifas de flete.
Igarashi sostuvo que el negocio de los portacontenedores se vería especialmente afectado por el resultado de las negociaciones arancelarias entre Estados Unidos y China, algo que la compañía estaba siguiendo de cerca.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha amenazado con imponer aranceles más altos a una serie de socios comerciales a menos que lleguen a acuerdos comerciales antes de la fecha límite del 1 de agosto.
“Dependiendo de las tasas arancelarias que los distintos países afronten en última instancia y de lo que hagan con los flujos comerciales, podría haber algún impacto positivo si las distancias de envío se alargan”, apuntó Igarashi.
“Para adaptarse a la demanda relacionada con las tarifas a nivel operativo, Kawasaki Kisen podría redirigir buques desde las rutas estadounidenses a Europa, Oriente Medio, Australia y África”, agregó.
“En cuanto a ajustes estratégicos, podríamos, por ejemplo, reducir ligeramente los activos en forma de buques, pero a menos que tengamos claro el rumbo de las políticas comerciales, no podemos hacer recortes drásticos de repente”, expandió Igarashi.
“Aún estamos en la fase de esperar a ver qué pasa”, concluyó.
