Manuel Cañas: “La ley 19.542 dejó a Chile en materia de infraestructura portuaria al debe”

Por Andrés Orrego Siebert

@PortalPortuario


Manuel Cañas

Con más de 30 años de ejercicio vinculado al sector marítimo-portuario, Manuel Cañas, gerente general de Terminal Portuario Valparaíso, ha sido un testigo -como muchos ejecutivos y trabajadores de su generación- del cambio que vivió en sistema portuario chileno que -por estos días- se ha visto ensombrecido por el dinamismo y agilidad que ha tomado el Perú, un país que, antes, miraba a su vecino del sur como un ejemplo.

Es común, de hecho, escuchar en el Perú que ese país tomó lo que hizo Chile y lo mejoró. En efecto, los peruanos han actualizado su regulación portuaria y marítima dando una perspectiva de más largo aliento no solo a los nuevos inversionistas, sino que también para los operadores que ya están.

Frente a esto, Cañas es crítico respecto de las normas que rigen a los puertos chilenos, acusando que la legislación actual  ha propiciado que el país esté “al debe”.

“Nuestro sistema portuario con la ley 19.542 dejó a Chile en materia de infraestructura portuaria al debe, al punto de ser el país con las mayores posibilidades de crecimiento y desarrollo en esta materia, hoy pasamos a ser un país en serio riesgo de que no tengamos interesados por invertir en esto acá en Chile”, comentó.

En este entrevista, Manuel Cañas, además, hizo un repaso del último año de operaciones de Terminal Portuario Valparaíso y reflexionó sobre el momento que vive la ciudad y la región en relación a sus puertos.

¿Cuál es la visión que usted tiene de Valparaíso a poco más de un año de su llegada a la gerencia general de TPV?

Esta es una muy buena y desafiante pregunta. Valparaíso, cuando llegué, estaba llevando adelante un plan integrador de proyecto de acuerdo por Valparaíso, el que consideraba una serie de temáticas y desafíos pre acordados con la comunidad que en el papel se veían muy interesantes. A un año de éste, creo que la norma ha seguido mostrando, que estos desafíos no conversan o más bien, tienden a mantener detractores que prefieren mirar el vaso medio vacío y se transforman en enemigos de los proyectos, sin medir el impacto que esto tiene en el crecimiento de la ciudad, desarrollo y mejora en la calidad de vida de los porteños y lo más importante , el impacto negativo que generan para el motor de la economía de un país marítimo como Chile. Un puerto no se puede construir en cualquier parte.

2024 ha estado lleno de contingencias a nivel internacional ¿Se ha visto algún impacto en la operación de TPV?

Sin duda. El segundo semestre del año 2023 y gran parte del 2024 han sido tiempos muy difíciles para la economía y por ende han golpeado fuertemente a nuestro terminal. Somos un terminal que moviliza -fundamentalmente- fierro y este ha tenido una caída importante producto de la falta de proyectos de construcción y el estancamiento en inversiones, por lo tanto, este ha sido un tiempo difícil, al que hemos debido acomodarnos en espera de que nuestra economía y la del mundo se reactiven.

¿Cuál es el balance del terminal en este 2024 y cuáles son los principales logros de este año?

TPV

Como señalé, este 2024 ha sido un año complejo desde el punto de vista de nuestros volúmenes de carga transferida; sin embargo, nos hemos logrado afiatar como un terminal y equipo de alto desempeño que producto de la adversidad entregada por la falta de carga, hemos ido tras otros mercados que nos han permitido mantenernos y junto con ello también, reducir gastos y costos, que muchas veces tendemos a no mirar, cuando las cosas están mejor. Todos estos ciclos tienen de cosas negativas y positivas, por lo tanto creo que como TPV hemos ganado en estos aspectos, afiatando al equipo y trabajando en sinergias positivas de corto, mediano y largo plazo, satisfaciendo las necesidades de nuestros clientes la primera vez y siempre.

¿Con cuánta carga transferida cerrará el T2 este año?

 No tenemos la cifra exacta ni la bola de cristal que nos permitan entregar una cifra exacta de tonelaje, recuerde usted que este es un terminal no de servicio regular de líneas y cargas, por lo que estamos un poco al vaivén de factore exógenos a nuestro poder de decisión, pero estamos esperanzados que en el mix de carga y faltando aun aproximadamente 70 días para terminar este 2024, podamos estar en torno al 1.200.000 toneladas. Mismo volumen que el año 2023, pese a la mayor caída de volumen de fierro durante el 2024.

¿Qué desafíos plantea 2025 para TPV?

Para nosotros, el 2025 es sin duda un año de muchísimos desafíos, como se sabe, nuestra concesión es una concesión de corto plazo que termina el 2026 con una posibilidad de extensión por un año. Por tanto nos estamos enfocando en mejorar nuestra eficiencia operacional, e invertir en capital humano, que nos permita tener profesionales de alto desempeño para inversiones que nuestra casa matriz esté o pueda estar pensando en realizar en Chile u otros países. De igual forma es un año para iniciar el proceso de trabajar en lo que serán los llamados a licitación de los terminales portuarios en Chile, que terminan sus concesiones a fines del 2029. Esto es algo que sin duda es un tema desafiante, conforme al contexto que estamos viviendo como país en materia de inversiones en infraestructura y sobre todo en infraestructura portuaria.

A partir de su experiencia en el sector portuario ¿Qué le falta o qué necesita Valparaíso para mantenerse competitivo a nivel nacional e internacional?

En esta materia creo que hablar sólo de Valparaíso no es el tema, creo que todo nuestro sistema portuario con la ley 19.542 dejó a Chile en materia de infraestructura portuaria al debe, al punto de ser el país con las mayores posibilidades de crecimiento y desarrollo en esta materia, hoy pasamos a ser un país en serio riesgo de que no tengamos interesados por invertir en esto acá en Chile. Sé que muchos académicos, no estarán de acuerdo con lo que señalo, pero la evidencia nos muestra de forma empírica, que nuestros terminales en materia de infraestructura están absoluta y totalmente obsoletos, que el concepto de puertos con molos y espigones por el tipo de naves que hoy se atienden, ya no son posibles de mantener y sostener, que mientras países vecinos abren los brazos a la inversión, nosotros le ponemos trabas y demoramos años en estudios de impacto ambiental que al final terminan por hacer inviable las inversiones por su alto monto y el poco tiempo para recuperar esta, sumado a que hasta hoy, no nos hemos hecho cargo de cómo podremos hacer para armar un plan de retiro serio de los trabajadores marítimo portuarios, que permitan por un lado mejorar las relaciones laborales del sector, mejorar la calidad de vida de estos trabajadores y por el otro la automatización de procesos que sin eso, nos hace absolutamente no competitivos con otros puertos.

Su diagnóstico es pesimista ¿Dónde hay que ajustar para mejorar?

Chile está absolutamente al debe en materia de infraestructura portuaria, de no contar con una ley de puertos moderna que se ajuste a los tiempos actuales, que no se ajusta a que dado los niveles de inversión requeridos, estas no pueden ser a más de 30 años, considerando que la posibilidad de recuperar esta, es sino imposible tremendamente difícil. Qué duda cabe que nuestra economía ha perdido dinamismo, hoy chile no crece está en niveles del 0% Creo que Chile debe recuperar sus niveles de credibilidad en los inversionistas, mostrar políticas claras en las reglas del juego y que los capitales no se vean con riesgos de altos niveles impositivos.

TPV es un operador transitorio en el Terminal 2 y EPV planea que el puerto sea mono operado ¿concuerda con ese modelo? ¿Qué futuro ve para TPV en este contexto?

Proyección del proyecto de expansión impulsado por Empresa Portuaria Valparaíso

Creo también de alguna manera haber mostrado cual es nuestra posición. Sin embargo, y yendo un poco más al fondo en ella, considero que hay tópicos que vale la pena abordar, solo desde el punto de vista de lo que se plantea para Valparaíso y su puerto. Nosotros, teníamos claro desde un principio cuales eran las condiciones para presentarnos a este desafío y como tal lo aceptamos y como grupo, estamos muy contentos de haberlo hecho, somos parte de un grupo familiar cuyo arraigo en Valparaíso es de una muy larga data y ser parte de él nos llena de gran orgullo y por el tiempo que podamos estar, lo haremos y dejando siempre lo mejor de nosotros para el bien de Valparaíso, su gente y nuestro terminal portuario. Dicho esto, creo que el modelo que plantea EPV es un modelo más, de los muchos que podrían conversar y armarse en Valparaíso, para hacer de este puerto, un puerto competitivo, de inversión razonable y que converse con las actuales condiciones de infraestructura portuaria en el Pacífico sur. Chile ha definido, o así lo ha manifestado, de crear un gran puerto aguas afuera en San Antonio y ello debe necesariamente llevarnos a una reflexión en Valparaíso, de cuál es el tipo de terminal que se necesita en la Región.

Pensar en un solo terminal mono operado, para competir con Chancay y con San Antonio a primeras luces, no hace mayor sentido, dado como señalé el nivel de recursos a invertir es tan alto, que las posibilidades de recupero en los años de concesión, lo hacen inviable. Otro de los aspectos no menores para el caso de nuestra ciudad puerto, es el hecho de que la comunidad que está en contra del desarrollo del puerto, por las razones que podrán ser todas muy válidas, no terminan de entender que nos guste o no, el crecer duele y requiere de sacrificios que muchas veces van más allá de lo que pudieran ser mis legítimos derechos o deseos, el bien superior debe de primar y es momento de dejar estos intereses de lado, subirnos a un bote y mirar a nuestra ciudad desde el mar. Valparaíso ha sido puerto por más de 400 años y no hacer y dar espacio a que este se desarrolle y expanda, es no entender la escancia de lo que fue, es y debe de seguir siendo Valparaíso. Un puerto. Entonces ¿cuál es el futuro que veo para TPV en este contexto? La verdad es que creo que cada día tiene su afán que todo lo que se pueda decir de Chile y de los chilenos está ahí, pero -al final del día- estoy seguro llegaremos a consensuar lo mejor para Valparaíso y si en ese momento y las condiciones lo permiten, estaremos sin duda presentes buscando ser parte de los próximos 400 años de la vida portuaria de Valparaíso.


 

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