Por Redacción PortalPortuario/Agencia Reuters
La congelación de la ayuda exterior del presidente estadounidense Donald Trump ha paralizado un programa de las Naciones Unidas en México, el que estaba destinado a impedir que las sustancias químicas de fentanilo importadas lleguen a los cárteles de la droga por los puertos del país, según ocho personas familiarizadas con la situación.
Lo tratado es uno de los varios esfuerzos antinarcóticos estadounidenses en México que se han visto frustrados en las últimas semanas, lo que se relaciona con la orden de suspensión de labores.
La iniciativa proporcionó a la Armada de México capacitación y equipo para mejorar la inspección de la carga que entra y sale del Puerto de Manzanillo, el recinto portuario de contenedores más activo del país. La misma se iba a implementar en febrero en Lázaro Cárdenas y Veracruz.
Lo anterior ahora está está suspendida debido al corte de fondos, de acuerdo a lo sostenido por seis de los informantes de Reuters. El esfuerzo fue parte del Programa de Control de Contenedores, una iniciativa conjunta de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito y la Organización Mundial de Aduanas.
Lo tratado buscaba ayudar a las autoridades locales a inspeccionar mejor la carga en los esfuerzos por detener el contrabando transfronterizo. En este sentido, Estados Unidos proporcionó unos 800.000 dólares en fondos para lanzar el proyecto en el Puerto de Manzanillo en 2023, según lo dado a conocer por dos de las personas que dialogaron con Reuters.
El Puerto de Manzanillo ha sido durante mucho tiempo un imán para los narcos que buscan introducir de contrabando precursores químicos chinos en México para abastecer a laboratorios ilícitos, los que fabrican opioides sintéticos y metanfetamina.
Los traficantes también han escondido drogas callejeras terminadas a bordo de buques de carga que salen del país, en particular metanfetaminas con destino a Europa.
La congelación de la financiación estadounidense también ha dejado en suspenso, por ahora, futuras donaciones de capacitación y equipo en Manzanillo, dijeron cuatro de las fuentes.
El recinto portuario de Manzanillo estaba programado para recibir escáneres de carga adicionales y equipo de prueba de drogas, indicaron dos informantes.
La paralización del programa de carga de la ONU en México es parte de una pausa más amplia en los esfuerzos antinarcóticos financiados por Estados Unidos en México. Esto como resultado del congelamiento global de la ayuda exterior que Trump, la que ordenó el 20 de enero.
Otras actividades suspendidas por la orden incluyen el entrenamiento estadounidense de autoridades mexicanas para encontrar y desmantelar laboratorios clandestinos de fentanilo y donaciones estadounidenses de perros detectores de drogas a México.
La administración Trump ha emitido exenciones para reanudar la financiación de algunos programas de seguridad en todo el mundo. En México, eso incluye 7,8 millones de dólares en proyectos financiados por la Oficina de Asuntos Internacionales de Narcóticos y Aplicación de la Ley (INL) del Departamento de Estado que tienen como objetivo “contrarrestar la producción y el tráfico de fentanilo y desmantelar organizaciones criminales terroristas”, según un funcionario del Departamento de Estado.
Pero el resto del presupuesto de aproximadamente 50 millones de dólares de la INL para México -gran parte del cual está dedicado a interrumpir la cadena de suministro de fentanilo. sigue congelado. El Programa de Control de Contenedores de la ONU en México no ha recibido una exención de la congelación, señalaron tres fuentes. El funcionario del Departamento de Estado comentó que se están revisando otros programas para posibles exenciones, sin especificar cuáles.
Enrique Roig, ex alto funcionario del Departamento de Estado, acotó que la suspensión del financiamiento a los programas antinarcóticos en México podría socavar los esfuerzos de la administración Trump para abordar la crisis de sobredosis de drogas en Estados Unidos.
“Detener todos estos programas en este momento no creo que tenga un impacto positivo en la reducción del número de muertes por fentanilo en Estados Unidos”, afirmó Roig.
Más de 450.000 estadounidenses han muerto por sobredosis de opioides sintéticos en la última década, y millones más son adictos. Una investigación de Reuters del año pasado reveló cómo esta epidemia se alimenta de una oscura cadena de suministro de sustancias químicas precursoras, principalmente de China, que se introducen de contrabando en América del Norte por aire y mar y luego se sintetizan en fentanilo terminado en laboratorios clandestinos en México.
El gobierno de Trump ha dicho que destruir la cadena de suministro de fentanilo y poner fin a la epidemia de sobredosis en Estados Unidos están entre sus principales prioridades. En los últimos días, ha designado a los cárteles mexicanos de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, considerados los principales productores de fentanilo ilícito, como organizaciones terroristas extranjeras.
En los últimos años, la Marina de México, considerada la agencia de seguridad más incorruptible, ha asumido el control de los puertos marítimos del país en un esfuerzo por acabar con el contrabando de drogas y sus precursores químicos. En 2023, el lanzamiento del programa de la ONU en Manzanillo fue anunciado por funcionarios estadounidenses y mexicanos como otro paso importante.
El funcionario del Departamento de Estado dijo que la capacitación del programa ha ayudado a las autoridades mexicanas a interceptar varios cargamentos de precursores químicos, incluidas casi 90 toneladas de ingredientes de metanfetamina en julio de 2024 y otras 25 toneladas de sustancias químicas de metanfetamina en diciembre.
Un funcionario mexicano familiarizado con el programa de la ONU dice que ha ayudado a las autoridades a identificar mejor las tácticas que utilizan los contrabandistas para ocultar sus productos.
“Este es exactamente el tipo de asistencia que hace que Estados Unidos sea más seguro y más fuerte”, dijo Peter Yeo, presidente de la Campaña por un Mundo Mejor, un grupo de apoyo que promueve una relación estrecha entre Estados Unidos y la ONU.
A pesar de la inversión estadounidense en capacitación y equipamiento en el puerto, el contrabando de ingredientes para la fabricación de drogas sigue siendo un problema grave en Manzanillo, según dos corredores químicos que hablaron con Reuters el año pasado y describieron en detalle cómo trasladaron toneladas de ingredientes de fentanilo a través de este puerto con poca dificultad.
Manzanillo no es el único puerto por donde fluyen productos químicos hacia México. El recinto portuario de Veracruz, en el Golfo de México, donde se suponía que el programa de la ONU se pondría en marcha este mes, se considera un lugar clave para intensificar los controles.
Si bien los puertos mexicanos del Pacífico, incluido Manzanillo, ofrecen la ruta marítima más directa para la carga procedente de Asia, los traficantes están enviando cada vez más precursores de fentanilo chinos a través de Europa y del océano Atlántico hasta México, dijeron tres fuentes.
Veracruz también es un lugar importante para los envíos salientes de metanfetamina producida en México y luego contrabandeada a Europa, agregaron. La ampliación del programa de carga a Veracruz y a Lázaro Cárdenas en el Pacífico costaría entre 1,5 y 2 millones de dólares, dijeron tres fuentes.
La ONU también ha estado en conversaciones con las autoridades mexicanas para lanzar un programa similar de la ONU para la carga en los aeropuertos, conocido como AIRCOP, en el aeropuerto Benito Juárez de la Ciudad de México, sostuvieron cuatro informantes.
Las autoridades afirman que la expansión al aeropuerto más transitado de México se considera particularmente crítica en la lucha contra el fentanilo, porque un volumen significativo de precursores químicos se contrabandean en pequeños paquetes por aire, en lugar de en grandes buques de carga. La congelación de la financiación estadounidense también podría poner en peligro estos planes, dijo una fuente familiarizada con el asunto.
Si bien durante décadas Estados Unidos ha buscado una relación de seguridad bilateral con México, su aliado, vecino y mayor socio comercial, los expertos dicen que el congelamiento de la asistencia de seguridad estadounidense por parte de Trump señala un cambio amplio en el enfoque de Estados Unidos hacia la lucha contra los narcotraficantes mexicanos.
Trump ha pedido públicamente una “operación militar” estadounidense contra los cárteles de México. La semana pasada, después de que Estados Unidos designara a un puñado de cárteles como “organizaciones terroristas extranjeras”, el asesor cercano de Trump, Elon Musk, publicó en X que “eso significa que son elegibles para ataques con drones”.
De hecho, la designación no facilita -desde una perspectiva legal- la acción militar en México, pero algunos analistas dijeron que podría servir como trampolín político hacia alguna forma de intervención militar al ayudar a construir una justificación para ella.
La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, también dijo la semana pasada que propondrá una reforma constitucional destinada a proteger aún más la soberanía nacional de México.