Por Redacción Grupo T21
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El arribo de nuevas inversiones a Yucatán ha presionado a las autoridades estatales a acelerar los trabajos de ampliación del Puerto Progreso, la principal puerta de entrada y salida marítima de la región del sureste de México.
Apenas la semana pasada la compañía neerlandesa productora de cervezas, Heineken, anunció la instalación de una nueva planta en el municipio de Kanasín, al este de la capital del estado, bajo una inversión de 8.700 millones de pesos y la creación de más de dos mil fuentes de trabajo, entre directas e indirectas.
La decisión de la firma se basa en la disposición de recursos naturales que ofrece la entidad, además de las conexiones carreteras y portuaria, como ya lo han hecho otras compañías cerveceras, en el caso de Grupo Modelo, de la multinacional Anheuser-Busch InBev, que desde 2017 instaló su factoría donde la mayoría de la producción se destina al mercado internacional.
Además de Heineken, otras empresas internacionales han realizado inversiones o están a punto de establecerse en el estado de Yucatán, como Geoearth (pionera en el sureste en manejar aeronaves no tripuladas de largo alcance para ofrecer a las empresas locales servicios satelitales, escáner 3D, Building Information Modeling (BIM), seguridad con drones de amplio alcance, y topografía y fotogrametría), Amazon (con amplia actividad en comercio electrónico y quien ya estableció un gran centro de distribución en el estado) y las chinas Xinyatong Metal Manufacture y Buchanan Group (que firmaron una carta intención para establecer operaciones).
Ante esta llegada de nuevas inversiones al estado, el propio secretario de Fomento Económico de Yucatán, Ernesto Herrera, ha mencionado que el gobierno local acelerará las obras de construcción de la ampliación del Puerto Progreso, para iniciar incluso en octubre próximo.
Sin embargo, la página oficial del gobierno federal de obras de infraestructura, Proyectos México, menciona que el proyecto se encuentra “en proceso de autorización de recursos para la ejecución del dragado y relleno de construcción”.
“El macroproyecto consiste en la realización de un dragado de construcción, de cinco millones de metros cúbicos (m3) aproximadamente, para incrementar la capacidad de las áreas de navegación del puerto. El canal de navegación pasaría de 150 a 180 metros (m) de ancho y de ocho a 10 kilómetros (km) de longitud; la dársena de ciaboga pasaría de 400 a 600 m de diámetro, todo a una profundidad e 14 m para lograr un calado oficial de -12.8 m”, según se lee en la carpeta del proyecto.
Además, el material producto del dragado (piedra caliza) será depositado en un área de 40 hectáreas (ha) de extensión, creando con ello una plataforma de la misma extensión para desarrollar terminales especializadas que se incorporarán al macroproyecto.
Así mismo, contempla la construcción de terminales especializadas para su diseño, construcción, equipamiento, instalación, operación, mantenimiento y explotación con inversión privada.
La entidad del Gobierno federal responsable de la obra es la Secretaría de Marina y la Administración del Sistema Portuario Nacional (Asipona) Progreso, a cargo del almirante Jorge Carlos Tobilla Rodríguez.
Durante los siete meses del año, Puerto Progreso había manejado 6.074.446 toneladas de mercancías, 25,9% más que en el mismo periodo del año pasado, de acuerdo con datos de la Secretaría de Marina.