Por Redacción Grupo T21
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El Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT) comenzó la investigación sobre las causas del descarrilamiento de un tren en la zona de Palomares-Nuevo Progreso, Oaxaca, aunque aseguró que fue esta acción lo que provocó que los durmientes se destruyeran y no por una mala calidad de los mismos.
“Uno de los rieles pasó sobre los durmientes y se quebraron. Ya se está investigando quién tuvo la culpa; fue un accidente de consecuencias no graves, solo un vagón tuvo daños y ya se están colocando los durmientes para que pasen los trenes. No fue un problema por mala calidad, son materiales nuevos”, explicó Rafael Marín Mollinedo, director general del organismo.
En entrevista con T21, mencionó que cada mes y medio se permite que los trenes transiten por esta vía para mover carga, por lo que en dicho periodo deben de armar la infraestructura para la circulación de los mismos. Sin embargo, en este caso, no se colocó el balasto necesario.
“Hay tramos que se tienen que armar para que pasen los trenes despacio porque no está en condiciones la vía. Pero ya se arregló. No tienen ningún problema los durmientes, pasó la llanta encima y los quebró. El problema es que no tenían balasto y por eso se quebraron, pero es porque tuvimos que armar la vía para que pasaran los trenes y ya no nos dio tiempo”, afirmó.
De acuerdo con Carlos Barreda, representante comercial en México de Stella Jones, el durmiente es un elemento estructural en el que se apoya y fija el riel. Se colocan de forma transversal al eje de la vía con una separación uniforme no mayor a 60 centímetros. Su función es conservar el escantillón (longitud paralela entre los 2 rieles) y distribuir la carga de las ruedas del tren a la capa de balasto, y posteriormente al lecho de la vía.
Por lo que, al colocarlo sin balasto, “su duración se reduce al mínimo, pues la estructura de la vía no presentará el comportamiento deseado. Con el paso continuo de trenes, cualquier vía sin balasto se destruirá en muy poco tiempo, causando daños graves al equipo rodante, además de los accidentes en las comunidades por donde transitan”.
Explicó que en el caso del FIT, tomando en cuenta la región donde se construye, el tipo de suelo, los fenómenos meteorológicos propios de la región y los volúmenes de carga que se pretenden transportar, un durmiente de madera adecuadamente tratado sería el material de fabricación idóneo para esta nueva infraestructura.
“Esto último debido a las propiedades mecánicas y de resistencia que ciertas especies de maderas, sobre todo las latifoliadas, ofrecen. Incluso, desde la perspectiva del cuidado al medio ambiente, así como del fomento a la actividad forestal y los beneficios económicos que pudiera arrojar a las comunidades involucradas”, dijo.
Sobre el costo de este tipo de materiales, mencionó que depende del material del que esté hecho, pero está alrededor de 100 dólares por pieza de concreto, pero también en su valoración deben incluirse los costos de trasporte, manejo, reemplazo, colocación y de desecho, mismos que podrían hasta duplicar al de su fabricación.
Cabe mencionar que el tramo donde sucedió el descarrilamiento el pasado sábado es rehabilitado por el consorcio formado por La Peninsular Compañía Constructora con Caltia Concesiones, Grupo Emprendedor Caltia y Ferropartes Industriales del Norte, como parte de los trabajos del CIIT.
El contrato ascendió a 809 millones de pesos y fue adjudicado para la corrección de 56 kilómetros (km) de curvatura y pendiente, y rehabilitación 146,3 km de vía férrea, así como conexión con el puerto de Salina Cruz en la línea Z (Tramo Ubero-Mogoñe).
Por lo que los costos por este descarrilamiento de vagones, que afectó cerca de un kilometro de vía, serán absorbidos por el consorcio.