El Ministro de la Secretaria Especial de Portos de Brasil, Helder Barbalho, abandonó el gabinete de la presidenta Dilma Rousseff, a quien le envió una carta solicitando su dimisión.
Barbalho aseguró haberse sentido honrado en haber integrad ese ministerio y la extinta cartera de Pesca y Acuicultura, en los cuales -cree- haber colaborado con la sociedad brasileña y, en especial, con el pueblo del Estado de Pará.
“Excelentísima señora Presidenta de la República. En el momento en que la Cámara de los Diputados delibera por la autorización de la apertura del proceso de impedimento de vuestra Excelencia al ejercicio de la Presidencia de la República, vengo a agradecer la honra de haber integrado el Ministerio de su Gobierno en las carteras del extinto Ministerio de Pesca y Acuicultura y en la Secretaria de Portos de la Presidencia de la República”, indicó Barbalho al inicio de la carta.
“En ambos, siempre recibí gestos de prestigio de su parte. Creo haber colaborado en favor de los anhelos y las expectativas de la sociedad brasileña y, de modo especial, a los de mi querido pueblo de Pará. Acepte la renovación de mi solidaridad. Por entender absoluta ausencia de crímenes de responsabilidad que justifiquen de extrema la medida parlamentaria, la posición política por asumida por mí es, encima de todo, de respeto a la ‘Democracia’ y a mí mismo. Lo que considero de mayor importancia personal y política”, añadió para luego solicitar a Rousseff que acepte su solicitud.
“Que Deus proteja o futuro do Brasil”, cerró el ahora ex jefe de la Secretaria Especial de Portos de la Presidencia de la República de Brasil, cuyo objetivo -trazado durante este año- era aumentar la confianza de las empresas privadas para generar nuevas inversiónes, ya sea renovando concesiones, incorporando nuevas tecnologías, ampliando terminales o abriendo nuevas licitaciones de áreas portuarias. Dicho plan busca conseguir la inyección de 53 billones de reales al 2042 en el sistema portuario local.
La presidenta Rousseff, que viajará a Estados Unidos a firmar un tratado sobre el cambio climático de la ONU, es parte de un proceso de impeachment iniciado en la Cámara de Diputados federal de Brasil debido a un supuesto maquillaje de cuentas fiscales por parte de la mandataria y otros hechos de corrupción conocidos como la operación Lavajato. La acusación fue aprobada por 367 votos a favor, 137 en contra, siete abstenciones y dos nulos, pasando -ahora- al senado que en mayo deberá decidir si ratifica o archiva este juicio político.