Por Andrés Orrego, Ciudad de Panamá, Panamá.

@PortalPortuario

Un nuevo complejo portuario multipropósito está pronto a iniciar su construcción en Panamá. Se trata de Puerto Barú que promete generar una nueva conectividad desde la zona occidental del itsmo hacia instalaciones marítimas en países vecinos como Caldera; en Costa Rica, Quetzal; en Guatemala; Buenaventura; en Colombia y los terminales ecuatorianos, entre otros.  De la misma manera, este proyecto apostará a convertirse en un segundo “Canal Seco”.

Así lo explicó Nicolás Posada, Project Management Puerto Barú, en una entrevista concedida a PortalPortuario durante el TOC Americas 2023.

El proyecto busca establecer un recinto portuario con un muelle de 850 metros, una profundad de 11 metros y un área total de desarrollo de 124 hectáreas, lo que abarcará servicios que se sitúen como opciones competitivas y flexibles en el ámbito de importaciones, exportaciones, almacenamiento, logística e, inclusive, turismo.

¿Cuál es el objetivo que se busca concretar con este nuevo puerto?

Este proyecto es uno nuevo, lo hemos conceptualizado orientado sobre todo a la agrocarga. Está ubicado cerca de la frontera con Costa Rica en el occidente panameño, entonces tienes una gran región que es el sur de Costa Rica y el oeste de Panamá en donde la actividad que predomina es la agroindustria, tienes importación de fertilizantes, tienes movimiento de combustible en esta zona que, hoy por hoy, todo se mueve por camiones, lo que toma entre ocho a nueve horas a los puertos más cercanos que están en Panamá o San José en el caso de Costa Rica con Puerto Caldera en el Pacífico, que prácticamente viene siendo el puerto que más se está utilizando ahora con todos los retos logísticos que eso trae. Entonces, ahí es donde predomina nuestra cartera de clientes hoy día.

¿Qué necesidades satisface este puerto?

Estamos apostando muy fuertemente a la conectividad logística por mar. Este es un punto estratégico para salir a los mercados asiáticos, porque justo afuera del puerto, en la costa panameña, tienen las líneas navieras que ya vienen al Canal de Panamá. Entonces, es un buen punto para consolidar carga.

¿Qué elementos integran este proyecto?

Vamos a tener una zona de 35 hectáreas de parque logístico con régimen de zona franca a exoneración fiscal y conectividad directa con el puerto. La idea es atraer a empresas internacionales para que usen esa zona como una Fase 2. La Fase 1 la vamos a empezar a construir en enero de 2024, debe demorar dos años para comenzar a operar la terminal, que son 16 hectáreas. Entonces, en fase 2, vamos a construir la parte que viene siendo el parque logístico de zona franca.

¿En cuánto va a aliviar el costo de un exportador o importador de esta zona con la construcción de este puerto?

Ahora mismo, el sobrecosto está en alrededor de 35 a 40 dólares la tonelada métrica por producto y ese es el costo directo. Eso no te cuenta el riesgo de cierre de carreteras que cada vez se están volviendo más común en todo Centroamérica, ahora mismo estaba Guatemala paralizado, Panamá tuvo una situación parecida el año pasado, se perdió mucho comercio por eso. Entonces, habrá un ahorro en el costo directo de 35 a 40 dólares la tonelada métrica, simple y sencillamente por el ahorro en costo de transportes terrestre.

¿Podría verse afectado el gremio camionero?

No. Aquí, en Panamá, tenemos una gran alianza con el gremio de transportistas terrestres, que es la Cámara Nacional de Transportistas, porque para ellos también representa un gran beneficio por cómo funciona el tránsito de mercancía entre Panamá y Centroamérica. Muchos países centroamericanos importan y exportan por Panamá, entonces este es un sitio que está mucho más cerca de la frontera con Costa Rica y tiene muchas ventajas para aquellos grupos que están importando por tierra a Centroamérica. Te estas ahorrando 530 kilómetros solamente al llegar a este sitio.

¿Competirá este puerto también por los cruceros?

Puerto Barú tiene varias unidades de negocios. Está el puerto comercial que ya hablamos, la zona franca que es toda la operación comercial y hay una terminal de turismo que está separada. Va a tener un muelle separado de 150 metros de largo, es un muelle exclusivo para mini cruceros, no estamos hablando de los Royal Caribbean, esos podrían venir, pero tendrían que estar afuera. En esta zona de Panamá, en el Golfo de Chiriquí, hay muchos mini cruceros que, hoy en día, están en el sur de Costa Rica, los conocemos muy bien, hemos tratado con estas empresas. Entonces, es una adición lógica, porque tenemos la infraestructura y ellos van a llegar.

¿Cuáles son los objetivos a largo plazo?

Pensando a mediano y largo plazo es tener una conectividad Atlántico-Pacífico alternativa al Canal de Panamá. Obviamente el Canal de Panamá es un referente en el mundo, no tiene comparación con los barcos y mercancía que puede mover, pero esta zona podría ser una gran zona para el movimiento de agroproductos entre el Atlántico y el Pacífico, porque nuestro puerto está a 100 kilómetros del Atlántico. Son 100 kilómetros por carretera, es la segunda distancia más cercana Atlántico-Pacífico después del Canal de Panamá y los puertos que operan en la franja del Canal de Panamá. Entonces, eso es lo que estamos viendo a largo plazo como estrategia de negocio y atraer empresas obviamente que les interesa crecer. Hay mucha tierra disponible en esta región para incrementar la operación agroindustrial, tener facilidades de transformaciones de materia en el sector secundario y de ahí tener la opinión de salir a cualquiera de los dos océanos.

¿Este puerto será una alternativa o complemento del Canal de Panamá?

Aquí, tenemos una gran oportunidad en territorio nacional. Esto está muy cerca del Canal, ya que son solo cinco horas por carretera. Es tener una segunda opción para empresas, sobre todo pensando en viajes que van de la costa este de Estados Unidos a Asia, sería más corto pasar por aquí que por el Canal, porque te estás ahorrando 700 kilómetros en ambas direcciones de navegación y, obviamente, el Canal de Panamá está totalmente saturado y ahora con los problemas de calado con esperas de cinco días para cruzar.