La estrategia de OHL en su negocio de concesiones contempla impulsar la rotación de sus activos maduros en los próximos años para hacer caja y destinar los fondos recibidos a la promoción y desarrollo de proyectos desde su fase inicial (greenfield). La compañía, que preside Juan Miguel Villar-Mir de Fuentes, tiene 11 concesiones (ocho autopistas, dos puertos y un aeropuerto) ya en su etapa de explotación (brownfield) en España, México y Perú, que representan el 60% de la división.
Según El Economista, la desinversión en estos activos concesionales se decidirá en función de la estrategia y de la mayor optimización de valor de forma individual. La política es acometer ventas parciales, manteniendo el control, aunque si surgen oportunidades, de forma puntual podría deshacerse completamente de alguna concesión. Hace cuatro años, OHL traspasó todos sus activos en Brasil y Chile a Abertis.
En 2015, la multinacional española vendió, por su parte, el 24,99% del Circuito Exterior Mexiquense (Conmex) al fondo de infraestructuras australiano IFM, socio de OHL México con el que la matriz negocia actualmente su exclusión en bolsa.
El consejero delegado de OHL, Tomás García Madrid, aseguró en la última presentación de resultados que el “objetivo” del grupo es “desarrollar concesiones para poder venderlas maximizando el retorno de la inversión”.
“No existe vocación de ser operadores de infraestructuras brownfield”, dijo, sino que la estrategia pasa por ser un “puro promotor y desarrollador de nuevas concesiones greenfield”. La empresa tiene en marcha nuevas licitaciones por proyectos en Colombia, Perú, Chile y Estados Unidos de carreteras, ferrocarril y puertos por 6.500 millones.
Entre las concesiones que tiene actualmente en operación, OHL cuenta con ocho autopistas que suman una inversión superior a los 3.600 millones. Seis se localizan en México. La más valiosa es la de Conmex, de la que aún controla el 42,8%. Al precio al que compró el 24,99% IFM el año pasado, la valoración de esta participación alcanzaría los 715 millones.
En mayo pasado, el director general de OHL México, Sergio Hidalgo, avanzó que la compañía trabajaría en la refinanciación de las autopistas en el país para conquistar a los numerosos fondos que buscan invertir en infraestructuras.
En España, por su parte, al margen de las radiales en quiebra, ostenta el 100 por cien del tramo 3 de la M-45 y el 95% del primer tramo de la A-2 (Madrid-Barcelona). La mejora de los tráficos hace que las perspectivas sobre estas vías sean positivas. De igual modo, en Perú tiene el control de la Autopista del Norte, una de las principales carreteras del país.
OHL cuenta, asimismo, con una participación del 27,9% en el Aeropuerto Internacional de Toluca, en México, y con la terminal del Puerto de Tenerife y el Puerto de Alicante, en España.
El plan de rotar sus activos maduros se suma a la pretensión del grupo de dar entrada a socios para financiar las nuevas concesiones de autopistas que está desarrollando en Chile, Colombia y Perú. Para este cometido, OHL ya ha obtenido, a través de la ampliación de capital que ejecutó en octubre del año pasado y de las ventas de Abertis y otros activos, 437 millones de euros de los 700 millones que necesitará hasta 2021.
Con esos 437 millones, la constructora tiene cubiertos los requerimientos de capital hasta 2018.
En materia portuaria, OHL desarrolla en Chile, a través de su filial Terminal Cerros de Valparaíso, el proyecto de ampliación del Terminal 2, el cual tendrá un costo estimado de 500 millones de dólares al fin de las obras que aún no comienzan en el borde costero.