Por Francisco Cruz Fuenzalida
Abogado PUC
Embajador de Chile en Panamá
@F_Cruz_F
Recientemente la Embajada de Chile en Panamá, en conjunto con la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), convocaron a actores públicos y privados, vinculados a los intereses comerciales de ambos países, con el fin de explorar nuevas áreas de inversión y negocios, asociadas al Canal Ampliado y potenciar las existentes.
Nuestro rol como primer usuario a nivel latinoamericano del Canal, más que un activo fijo, debe ser visto como una base y un “driver” capaz de impulsar capitales chilenos que busquen permanentemente crear valor agregado que se sume al tránsito de carga por la vía interoceánica.
La ampliación del Canal, sobre la que ya mucho se ha escrito, es desafío e incentivo no solo para el desarrollo marítimo portuario nacional, sino para todas nuestras empresas que pueden encontrar innovadoras áreas de negocios en sus zonas adyacentes.
Por otro lado, el propicio estado de la relación bilateral entre Chile y Panamá ha permitido acompañar y vigorizar un contexto favorable a las inversiones, con dos economías abiertas al mundo y dotadas de marcos regulatorios que entregan facilidades y seguridad jurídica.
En este sentido nuestro rol diplomático es fundamentalmente la intermediación estratégica, lo que implica en palabras simples: conectar actores; hacer visibles nuevas oportunidades; e instalar en la agenda pública la Marca Chile para su desarrollo comercial. Una diplomacia que acompaña y que es, a la vez, catalizadora de necesidades e intereses “PAÍS”.
Un ejemplo de lo que venimos diciendo es el proyecto hub alimentario o centro de re-distribución de alimentos, en sintonía con las potencialidades de la agroindustria nacional en el mercado local y en la subregión. Concretar esto por cierto demanda creatividad, emprendimiento y determinación, como atributos dinamizadores de la asociación público/privada (PPP).
Panamá con sus cerca de 4 millones de habitantes es un mercado de consumo pequeño, pero con alto poder adquisitivo. Más allá de aquello, su especial valía está en el carácter de plataforma logística hacia otros mercados centroamericanos y a los destinos costeros de ambos océanos. No es casual que Panamá albergue las matrices regionales de más de 130 empresas multinacionales, pareciendo razonable entonces que nuestras empresas, con miras a internacionalizarse, piensen en este país como su centro de operaciones aprovechando esa cadena de valor global.
En lo específicamente portuario la agenda de Panamá es amplia y ambiciosa. Como botón de muestra sólo mencionar el plan futuro para el desarrollo de nuevas rutas de crucero que puedan conectar infraestructura portuaria compartida en consistencia con las proyecciones y obras relacionadas a la macro-zona central de nuestro país.
En síntesis nuestro llamado es a fortalecer la presencia de Panamá en el “radar comercial” considerando el abanico de oportunidades existentes que su Canal ofrece tanto a Chile como a la Región.
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