Por Mario Miranda

Director Ejecutivo Autoridad Marítima de El Salvador

Embajador OMI

El mes de junio lo hemos dedicado a la Gente de Mar, y el Día Internacional es el 25 de ese mes. Ha sido mandato de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a través de la Organización Marítima Internacional (OMI) celebrar y reflexionar sobre las personas que viven del mar y su aporte a la sociedad. Desde mi calidad de Embajador Marítimo me permito compartir con ustedes qué significa para mi país ser Gente de Mar.

En El Salvador, el mar genera empleabilidad, movilización, comercio, turismo, diversión, paisaje y biodiversidad; en ese marco de bondades es nuestro deber garantizar la seguridad en el océano.

La OMI establece que al menos un millón 500 mil personas trabajan en el mar a nivel mundial tanto dentro como fuera. Es una población diversa la que labora y vive de la riqueza que ofrecen los océanos; El Salvador no es la excepción; en la categoría de Personal Embarcado, encontramos personal que ejerce profesión, oficio u ocupación a bordo de buques o artefactos navales, ejemplos: cuerpo de cubierta, cuerpo de máquinas, cuerpo de administración, cuerpo de comunicaciones y cuerpo de sanidad, entre otros. Como Personal terrestre: lo que en jurisdicción portuaria, de pesca o de comercio marítimo, ejemplos: pescadores industriales, pescadores artesanales, vendedores de mariscos u otros productos, y personal de puertos, entre otros. A partir de ahí, concluimos que en nuestro país el mar es una fuente de millares de empleos, y que impacta no solo a las familias costeras sino también a las que viven en valle.

Contamos con 29 municipios costeros con rostro al mar, hay un sector de nuestra Gente de Mar que vive en esos territorios, sumando otros continentales, se trata de pescadores que garantiza la seguridad alimentaria de sus familias, y satisfacción de más necesidades a través de esa ocupación, por años ha sido un sector olvidado; desde la Autoridad Marítima Portuaria les acompañamos en la formación de una mesa de incidencia nacional que les reconozca en su dignidad y como sujetos de derecho, pero además en el marco de nuestra política de acercamiento les facilitamos procesos que antes eran engorrosos. Nuestro afán ha sido gobernar de frente al mar, facilitando el orden del sector y su seguridad jurídica.

A través del mar se mueve el 90 por ciento del comercio mundial, quienes se responsabilizan participan de forma directa e indirecta son: operadores portuarios, prestadores de servicios, técnicos en terminales marítimas y de pesaje entre otros, es un crisol de interesantes ocupaciones que general el mar, supervisar esta dinámica que aporta ingresos a la AMP, también es nuestra ocupación en función de garantizar una actividad portuaria segura y limpia.

Otro programa novedoso que impulsamos es el programa de formación y colocación de marinos mercantes; luego de que En El Salvador, ratificara en el año 2012, el Convenio Internacional sobre Normas de Formación, Titulación y Guardia para la Gente de Mar (STCW), a partir de ahí, se crean las condiciones técnicas y legales en el país para formar y certificar marinos mercantes salvadoreños a nivel internacional, convirtiéndose en Gente de Mar para la industria marítima global.

Pero también, en el marco de este mes tan importante, debo destacar el papel del personal de la AMP, que desde sus diversas profesiones y ocupaciones velan por el bienestar de la Gente de Mar, aportando conocimiento, facilitando procesos y acompañándoles a aprovechar de forma sostenible los beneficios que el océano ofrece, esto también nos hace Gente de Mar.

Desde donde nos encontremos, el mar merece revalorizarse, no solo como parte del paisaje sino reconocerlo como un inmenso territorio donde confluye en el empeño y el emprendedurismo de nuestra gente, ya sea empresario o pescador, funcionario, operador, a todos nos mueve el mar.