Por: Sebastián Montero Lira, Director Ejecutivo Corporación Puertos del Cono Sur.
Varios estudios a nivel mundial ratifican que la industria de los cruceros ha sido una de las pocas actividades en mantener un ritmo sostenido de crecimiento, a razón de un 7% anual en los últimos años, lo cual adquiere mayor relevancia en un contexto global marcado por la desaceleración económica. Un dato para graficarlo: entre 1995 y 2015, el crucerismo pasó de 5 a 23 millones de pasajeros movilizados cada año.
Chile no ha estado exento de este fenómeno. Tras una caída relevante entre 2008 y 2012, en los últimos años hemos sido testigos de una paulatina recuperación, proyectándose para la actual temporada el arribo a puertos nacionales de un 46% más de pasajeros y tripulantes, lo que significa aproximadamente 440.000 visitantes, los que gastan un promedio diario de 100 dólares, aportando a la economía de distintas regiones del país más de 40 millones de dólares anuales, cifra que se duplica si consideramos que las naves deben gastar en abastecimiento de insumos para pasajeros y tripulaciones, combustible, servicios portuarios y otros.
Diversos esfuerzos mancomunados a nivel gubernamental, portuario y gremial, entre ellos el de la Corporación Puertos del Cono Sur, han derivado en este positivo escenario. Gestiones a nivel legislativo, que permitieron abolir la prohibición de funcionamiento a los casinos de los cruceros en aguas territoriales o disminuir los costos de faros y balizas; mayor promoción de Chile como destino turístico; y la participación notoria en el marco de la Feria Seatrade en Miami, ha permitido hoy tener una proyección favorable. En este contexto, cabe destacar la realización de Seatrade a nivel Sud América en Valparaíso el año 2013.
Un aspecto relevante hoy es cómo nos preparamos para dar el paso siguiente, es decir, el salto a la consolidación. Y en ese sentido, es clave que Chile pueda desarrollar infraestructura idónea para atender a los turistas de cruceros, en especial en los puertos principales que reciben este tráfico. Uno de ellos es Valparaíso, que este año recibirá al 25% del volumen de cruceristas de todo el país, con poco más de 110 mil pasajeros y tripulantes, y que hoy impulsa la construcción de un nuevo Terminal de Pasajeros, por parte de EPV y su concesionario VTP. Esto significará una inversión de aproximadamente USD 8 millones y creará puestos de trabajo en tiempos difíciles.
Esta iniciativa representará un cambio sustantivo en la calidad de atención de los pasajeros en nuestro único puerto de recambio (homeport). Será un terminal con estándares mundiales en más de 5 mil metros cuadrados, que permitirá atender simultáneamente a pasajeros de hasta dos cruceros de gran envergadura, con una ubicación, vista y acceso privilegiado, cómodo, espacioso y con tecnología de punta, y que además quedará a disposición de la ciudad de Valparaíso como un centro de convenciones fuera de temporada.
En ese sentido, creemos que este proyecto será un avance importante hacia la consolidación de la industria de cruceros. Si el Puerto de Valparaíso podrá atender más cruceristas y entregarles un mejor nivel de servicio, los beneficios se verán en el corto plazo, con un mayor atractivo para las líneas de cruceros y, en definitiva, un aumento importante en los visitantes e ingresos de la ciudad.
Por eso vemos con preocupación algunas señales de incertidumbre judicial que podrían afectar una iniciativa que traerá beneficio a Valparaíso y, por extensión, a los puertos de cruceros del país. Hacemos un llamado a las autoridades y a los distintos actores involucrados en el turismo, a cuidar estas inversiones que nos permitirán estar en mejor pie ante los visitantes del mundo que hoy prefieren Chile. El crucerismo es un área compleja dentro del turismo, que implica seriedad, cumplir los compromisos y responder a la planificación.
Protegiendo la construcción del VTP, de desarrollo importante para el país, beneficiando, adicionalmente, a otros puertos que integran la ruta de navegación de las naves de crucero. Si Valparaíso, nuestro único homeport, no responde a sus compromisos con la industria y las líneas de cruceros, se podría generar un daño que puede ser irreversible a un sector que camina a paso firme hacia su consolidación, afectando a otras regiones que también están invirtiendo para mejorar el destino. Evitemos que aquello ocurra y garanticemos su próxima concreción.