El 29 de diciembre de 2014 la Presidenta de la Republica envió al Congreso el mensaje presidencial con el proyecto de ley que Moderniza el sistema de Relaciones Laborales, hoy marzo de 2016 el proyecto está en la recta final y será visto en comisión mixta los primeros días de abril queda poco para que se convierta en ley de acuerdo al trámite legislativo.
Dedico este comentario sobre dos aspectos esenciales del proyecto enviado por la presidenta y desarrollados y explicados en extenso en el mensaje presidencial, uno de ellos es la huelga efectiva y el otro es la titularidad sindical, lo hare desde la particular perspectiva del trabajo portuario.
En el tercer trámite constitucional se aprobó en la Cámara de Diputados la norma sobre adecuaciones necesarias, si tenemos en cuenta que el trabajo es una relación desigual de derecho, dado que el trabajador está supeditado a las disposiciones del empleador, y lo que busca el proyecto es mejorar las relaciones laborales deterioradas hasta el abuso desde 1973 a la fecha, y se insiste, al aprobar esta norma, en tratar al mundo del trabajo como una mera mercancía que se trata bajo condiciones comerciales y no como una relación de derecho que es lo que corresponde.
Las adecuaciones necesarias son reemplazo de trabajadores en huelga, y esto es una brutal trasgresión al espíritu y los principios planteados en el mensaje presidencial, huelga sin reemplazo, la ministra del trabajo dijo el primero de junio de 2016, cuando la comisión de trabajo de la cámara de diputados aprobó la disposición de la huelga sin reemplazo, que aplaudía la decisión por que la legislación chilena se ponía a la altura de la legislación internacional.
La huelga es el paro de los trabajadores para imponer sus condiciones al empleador, en esta desigual relación de derecho, sin embargo hoy resulta más trascedente proteger los derechos del que no está en huelga, que aquel que ha debido recurrir a la medida extrema que es la huelga para poder imponer sus derechos.
En el trabajo portuario, dada su excepcional condición en el código del trabajo, es permitido el reemplazo de trabajadores turno a turno, el trabajador eventual que no tiene relación contractual con el empresario, y que somos la mayoría en el trabajo portuario, reemplaza a quien falta a su trabajo independiente de la relación que tenga el trabajador reemplazado, así surge la pregunta ¿ante una huelga, el empleador puede reemplazar a todos los trabajadores en huelga?, qué duda cabe que sí, dado que es el reemplazo y adecuación laboral, se hace turno a turno. En Bolivia ante la huelga de los panaderos el presidente de ese país y su ministro de defensa ordenaron que el pan se horneara en los regimientos.
Acá en nuestro país ante la huelga del personal de la Dirección de Aeronáutica Civil el gobierno dispuso que esas funciones fueran hechas por personal uniformado de la Fuerza Aérea y de Carabineros, esas son las adecuaciones necesarias que busca la norma aprobada en este proyecto. Quien reemplazara a los recolectores de basura en caso de huelga, tal vez los escolares, con la excusa de mantener limpio el medio ambiente. Aunque parezca extrema y ridícula esta hipótesis no me cabe duda que alguien podría invocar una adecuación necesaria como esta.
Vuelvo al trabajo portuario, el 93% de las exportaciones e importaciones pasan físicamente por los puertos y eso representa el 87% del valor económico del total de esas operaciones, no queda espacio a la duda sobre la importancia del trabajo portuario para el país, pero cuando se inicia una huelga en algún puerto esta es total y participan todos los trabajadores, ya que entendemos que es la única forma de que esta tenga el efecto esperado sobre el empleador. No es aceptable que se produzca la vergonzosa imagen que ocurre, sobre todo en el comercio, en que mientras los trabajadores en huelga se manifiestan delante de las vitrinas, las mismas están tapizadas de atractivas ofertas que son irresistible para el público.
Las adecuaciones necesarias son un atropello nefasto a los derechos de los trabajadores, es una provocación que nos lleva a tomar medidas extremas e indeseadas por los trabajadores, los que solo esperamos que se cumpla lo planteado por la presidenta en el primer párrafo de los objetivos del proyecto, “El objetivo de esta iniciativa legal apunta al desarrollo de relaciones laborales modernas, justas y equilibradas entre las partes, en la que predomine el dialogo y el acuerdo, combinando objetivos de equidad, eficiencia y productividad”.
Es muy difícil creer que esos objetivos se cumplirán, más ahora que se conoce que el acuerdo político que se busca para darle un total reconocimiento a los grupos negociadores otorgándoles fuero y derecho a huelga, es algo que solo me queda calificar como vergonzoso ya que al revisar las declaraciones de los representantes de los empresarios, sus dirigentes gremiales, gerentes y ejecutivos, académicos y políticos es evidente que con su poder económico seguirán dando la pelea para mantener el equilibrio de esta relación desigual a su favor. Un acuerdo así es una burla para el mundo sindical y de los trabajadores.
Desde la perspectiva del análisis general que se ha realizado al proyecto, mucho se ha mencionado y comparado el nivel de sindicalización de los trabajadores chilenos el que se estima muy bajo. Al respecto solo una invitación para que se revisen los primeros bandos de la Junta Militar de Gobierno que dicen relación con el mundo del trabajo, es allí cuando comienza el aniquilamiento del trabajo sindical, es por eso que hoy con esta oportunidad desperdiciada en que se insiste en favorecer al empresariado y continuar el trato a los trabajadores como una mera mercancía que se transa como oferta y demanda en condiciones anti natura ya que la necesidad de trabajar es para vivir en condiciones socialmente aceptadas, el manejo económico es insensible a los derechos fundamentales del trabajador.
Aun es oportuno corregir lo mal hecho hasta ahora y poder volver al espíritu y esencia del mensaje presidencial, en el mundo laboral portuario la sindicalización supera el 80%, es a partir de esta realidad que este análisis cobra sentido y las incesantes luchas reivindicatorias de los trabajadores portuarios así lo han demostrado, el nivel de alta conflictividad que reclaman los empresarios portuarios se verá reflejado en todo el mundo laboral ya que la reforma propuesta es un claro incentivo para ello.
Fuero para los grupos negociadores, sin embargo, para los sindicatos y sus trabajadores transitorios o eventuales o aquellas organizaciones sindicales que pueden negociar sin reglas según lo dispone el artículo 314, no se contempla la protección básica indispensable en esta dispar relación.
El peor ataque que puede sufrir la economía de un país es permitirle al patrón tratar en forma injusta y abusiva a sus trabajadores, más temprano que tarde surge la energía de los trabajadores para imponer sus reivindicaciones y en esa lucha lograr el trato justo y equitativo, porque solo de esta manera, respetando los derechos de los trabajadores podrá existir un mundo empresarial moral y socialmente aceptado, sin conflictos por razones de derechos fundamentales.
Por ahora no es malo pensar en solicitarle a la presidenta que cuando vuelva el proyecto a sus manos, le aplique “VETO PRESIDENCIAL”.