Pandemia obliga cierre temporal de astillero alemán Meyer Werf


La pandemia obligó un cierre temporal de seis semanas en el astillero alemán Meyer Werft. La medida se fundamentó debido a una baja en los pedidos a raíz de los estragos que ha generado el Covid-19 en la industria de cruceros de donde provienen la mayor parte de sus clientes.

En este escenario, el constructor naval germano requerirá ahorrar unos 1.200 millones de euros en los próximos cinco años para mantenerse a flote.

De esta manera, según informó la cadena alemana Deutche Welle, el astillero realizará un feriado prolongado que se extenderá hasta el 30 de agosto.

Sin perjuicio de lo anterior, un portavoz de la empresa señaló que Meyer Werft continúa trabajando en dos naves.

Durante los próximos cinco años, Meyer Werft necesita ahorrar € 1.2 mil millones  debido a que las compañías de cruceros cancelan y amplían sus pedidos de nuevos cruceros.

La firma, ubicada en la ciudad de Papenburg, en el noroeste de Alemania, en el río Ems, que desemboca en el Mar del Norte, espera recibir ayuda del Gobierno del Estado de Baja Sajonia y del Gobierno Federal alemán.

El jefe de Meyer Werft, Bernard Meyer, describió la situación como “precaria” y que la empresa tendrá que luchar por la supervivencia durante su 225 aniversario.

Deuda laboral

Más de 3.000 trabajadores todavía esperan su pago de vacaciones, una factura que ya asciende a € 14 millones, que solo se cancelerá más adelante en el año.

La compañía dijo que también estaba planeando acordar con los representantes del personal para pasar a horas de trabajo a tiempo parcial hasta fin de año.

La pandemia global ha dejado a la industria turística mundial en un punto muerto y  con las empresas de cruceros particularmente afectadas por la crisis y sin poder decir cuándo pueden reanudar sus vacaciones.

Con ubicaciones en Papenburg, Rostock y Turku en Finlandia, Meyer Werft estaba planeando la entrega de tres cruceros antes de la pandemia, pero ahora está negociando con los clientes para extender los pedidos.

Se suponía que uno de los cruceros, “Iona”, había sido entregado a la compañía naviera británica P&O en mayo.

En marzo, el barco ya se trasladó a través del río Ems, pero los requisitos de higiene relacionados con el coronavirus retrasaron el trabajo en el interior del barco en la ciudad portuaria de Bremerhaven, en el norte de Alemania.

La compañía ahora espera una entrega exitosa a fines de agosto, según un portavoz de Meyer Werft.


 

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