Por Redacción PortalPortuario/Agencia Reuters
Alrededor de 1,4 millones de barriles diarios de petróleo ruso, lo que representa casi un tercio del potencial de exportación marítima del país, permanecen en buques cisterna debido a la ralentización en las operaciones de descarga, provocada por las sanciones impuestas por Estados Unidos contra Rosneft y Lukoil, según informó JPMorgan.
Estados Unidos fijó como fecha límite el 21 de noviembre para finalizar todas las transacciones con Rosneft y Lukoil, en lo que constituye las primeras penalizaciones directas impuestas a Rusia por el presidente Donald Trump desde el inicio de su segundo mandato.
Las sanciones han afectado significativamente el negocio de Lukoil, obligándola a declarar la venta de activos en el extranjero y perturbando sus operaciones en Irak, estaciones de bombeo en Finlandia y una refinería en Bulgaria.
Al respecto, fuentes comerciales informaron a Reuters que -hasta ahora- las exportaciones de petróleo ruso se han mantenido relativamente estables.
JPMorgan señaló que, con la fecha límite del 21 de noviembre para recibir petróleo suministrado por las empresas sancionadas, la descarga de cargamentos podría volverse considerablemente más difícil a partir de entonces.
“Las exportaciones de petróleo de Rusia están entrando en una nueva fase de interrupción, ya que las sanciones contra Rosneft y Lukoil están por entrar en vigor, lo que ha llevado a sus dos mayores clientes -India y China- a reducir drásticamente sus compras para diciembre”, indicó la entidad.
Comerciantes dijeron a Reuters a principios de esta semana que muchos buques que cargan en los puertos occidentales de Rusia -Primorsk, Ust-Luga y Novorossisk- indican como destino Port Said o el Canal de Suez, pero luego continúan hacia puertos asiáticos, principalmente en India y China.
Se espera que el petróleo no vendido eventualmente sea enviado a China, ya que el crudo ruso se está comercializando en Asia con los mayores descuentos del último año.
