Por Redacción PortalPortuario
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El Port de Barcelona fue una de las organizaciones que firmó la Declaración de Hamburgo para la descarbonización del transporte marítimo global. El documento implica a los puertos, las terminales portuarias y los operadores logísticos, las navieras y los constructores navales, las empresas productoras y distribuidores de combustible para el transporte marítimo y las entidades financieras en el objetivo de impulsar medidas para reducir los gases de efecto de invernadero asociados al transporte marítimo y alcanzar las cero emisiones de este sector en el 2050.
La declaración establece cinco objetivos principales, como son fomentar la cooperación intensiva entre puertos, navieros, constructores navales, entidades financieras, productores de combustibles verdes y operadores de terminales portuarias y empresas logísticas; promover el establecimiento de corredores marítimos ecológicos que utilicen combustibles verdes sostenibles y utilicen el suministro de energía del suelo (OPS) mientras están atracados; promover la innovación tecnológica y la adopción de buenas prácticas para operaciones marítimas sostenibles; animar a los gobiernos a facilitar tanto el desarrollo de un régimen regulador global eficaz y viable en esta área como la producción y la entrega oportunas en el mercado marítimo de los combustibles necesarios; y facilitar el intercambio de conocimientos y el desarrollo de capacidades entre todas las partes interesadas.
En las posibles áreas de colaboración, la declaración pone el acento en la identificación de las rutas marítimas clave que se pueden designar como corredores verdes y en la colaboración entre puertos, terminales portuarias y empresas logísticas para que den apoyo a la producción, almacenaje y abastecimiento de combustible verde. También destaca la importancia de que los puertos dispongan de instalaciones de suministro de electricidad (OPS) para los barcos cuando están atracados a puerto.
La declaración también pide la implicación de los armadores y de los astilleros para que los barcos existentes y los nuevos que se tienen que construir estén adaptados a los nuevos combustibles verdes y, en el mismo sentido, reclama que los productores de estos combustibles garanticen un suministro constante y fiable e inviertan en investigación y desarrollo para mejorar la rentabilidad y la escalabilidad de su producción. Finalmente, apunta que las entidades financieras tienen que dar apoyo al establecimiento de cadenas de valor verdes con el objetivo de establecer corredores marítimos verdes a lo largo de toda la cadena logística.
