Por Redacción PortalPortuario.cl
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El presidente de la Asociación de Exportadores de Fruta de Chile (Asoex), Ronald Bown, pidió “una legislación clara y equitativa” como podría ser una Ley Larga de Puertos para evitar conflictos como el que vive Valparaíso, situación que repercute directamente en el sector frutícola.
“Actualmente se vive en el Puerto de Valparaíso una situación de bloqueo, que nuevamente tiene como actor principal a la fruta chilena de exportación, pensando que se trata de un producto vivo, y por lo tanto, perecible, donde cada minuto que pierde en embarcar cuenta para asegurar llegar con la condición adecuada, y cumplir con los tiempos ante compromisos suscritos con los clientes en cada mercado. Si ha esto le sumamos el paro de funcionarios públicos, la situación sin lugar a dudas reviste mayor gravedad”, indicó al ser consultado por PortalPortuario.cl.
Bown recordó que la actividad de exportación de frutas “ha sufrido” los efectos de paros y huelgas portuarias por más de una década, por lo instó a dar una solución de largo plazo al sector portuario.
“La actividad frutícola de exportación ha sufrido perjuicios derivados de este tipo de conflictos, desde hace más de una década. En lo que se refiere a huelgas portuarias, hasta la fecha no se ha podido dar una solución de largo plazo, a través de una legislación clara y equitativa, que incluya los diferentes problemas que afectan a los distintos componentes del sector portuario”, afirmó Bown.
El dirigente gremial aseguró que lo anterior se produce “pese a que el sector importador y exportador nacional está contribuyendo, obligatoriamente, desde hace ya bastante tiempo con un impuesto, cuya recaudación se estima en alrededor de 50 millones de dólares, siendo el objetivo concordar, entre los sectores involucrados, tanto empresariales, gubernamentales y laborales, una denominada Ley Larga de Puertos, que logre una estabilidad portuaria de largo aliento, evitando así los problemas que se han debido enfrentar y cuyos efectos suman montos de extraordinaria magnitud, referidos especialmente a la pérdida de contratos, productos, clientes e imagen de los sectores involucrados”.
“Creemos que es tiempo de que el país asuma responsablemente lo que se requiere para evitar la recurrencia de hechos que en nada contribuyen a su desarrollo económico y social, tan necesario para que evolucione adecuadamente y pueda enfrentar el futuro con una estabilidad de largo plazo”, enfatizó.
Respecto de los impactos que puede tener la prolongada paralización en el Puerto de Valparaíso, que concentra el 56% de los envíos de frutícolas a mercados internacionales, Bown advirtió que al ser la fruta fresca un producto percible, cualquier problema que dificulte su normal envío a destino, es grave, pues no sólo podría afectar la condición de llegada del producto, sino que también llevar a la industria a no cumplir los programas suscritos con sus clientes internacionales”.
En esa línea, Ronald Bown señaló que “esperamos que las autoridades busquen dar una solución a la brevedad, pues el daño económico es grave, pero el daño a la imagen país en los mercados de destinos es más grave, pues daña la reputación de Chile como proveedor serio y confiable”.