Por Redacción PortalPortuario

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El volumen total de movimiento del Puerto de Amberes-Brujas fue de 143,2 millones de toneladas en los primeros seis meses de este año, un aumento del 3% en comparación con el mismo período del año pasado.

Esta tendencia al alza, que comenzó en el primer trimestre impulsada por el aumento de la demanda de transporte de contenedores, ahora se está extendiendo también a otras categorías de productos, a pesar de las tensiones geopolíticas en curso y un clima macroeconómico incierto.

En el primer trimestre, el movimiento de contenedores se recuperó tras una desaceleración mundial debido a la incertidumbre económica y la inflación. Este crecimiento continuó en el segundo trimestre. Mientras tanto, navegar alrededor del Cabo de Buena Esperanza se ha convertido en la “nueva normalidad”. Esto aseguró un aumento del movimiento total de contenedores del 6,8% en toneladas y del 4,1% en TEU (6.665.000 TEU), en comparación con el primer semestre de 2023.

Los volúmenes de transporte de carga fraccionada convencional también mostraron una tendencia al alza, que comenzó en el primer trimestre, tras un último trimestre débil en 2023. A pesar de que el volumen de transporte en el primer semestre del año fue 6,2% inferior al del mismo período del año anterior (debido a una disminución del 12,6% en las importaciones y un aumento del 4,5% en las exportaciones), el volumen de transporte mejoró en el segundo trimestre en comparación con el primero.

En los últimos seis meses, la carga de hierro y acero se ha mantenido más o menos estable (+0,6%), con un crecimiento de las exportaciones (+7,4%) y una caída de las importaciones (-3,7%). Esto contrasta con el primer trimestre, en el que se experimentó un crecimiento de las importaciones y una caída de las exportaciones. Aunque la mayoría de los demás bienes siguieron mostrando una caída en comparación con el mismo período del año pasado, el movimiento de estos productos aumentó en comparación con el primer trimestre.

El movimiento de carga rodada se redujo en el primer semestre de 2024 en 5,7%, lo que supone una ligera mejora en comparación con el final del último trimestre. La congestión en las terminales Ro-Ro persiste debido al cambio en el modelo de negocio de los fabricantes de automóviles que acumulan existencias en los puertos, la disminución de la demanda y el retraso en las exportaciones causado por la navegación alrededor del Cabo de Buena Esperanza.

Esto resultó en una disminución del rendimiento de todos los materiales de transporte en 13,2%. El menor rendimiento de los automóviles de segunda mano en particular (-45,8%) contribuyó a esto, seguido de los altos y pesados ??(-22,7%), los camiones (-17,6%) y los automóviles nuevos (-9%). El rendimiento de carga no acompañada (excluidos los contenedores) transportados en buques Ro-Ro, por otro lado, subió 2,4%. La disminución del rendimiento hacia y desde el Reino Unido (-4,6%) se vio más que compensada por un aumento del rendimiento hacia y desde España y Portugal (+35%), Escandinavia (+18%) e Irlanda (+1,4%).

El segmento de graneles secos se mantiene estable con un ligero aumento del 0,4%, una mejora significativa en comparación con la caída del 12,2% en el primer trimestre. Las importaciones retrocedieron 6%, mientras que las exportaciones crecieron 10,9%. Se observó un aumento (+34,8%) en el rendimiento de fertilizantes. Esta es la categoría de producto más grande dentro de los graneles secos y ahora se está recuperando después de una fuerte caída en 2023. El rendimiento de minerales no ferrosos (+26,9%) y otros materiales de construcción (excepto arena y grava) (+13,6%) se disparó. El rendimiento de carbón (-40%), granos (-9,5%), arena y grava (-8,3%) y chatarra (-5,9%) retrocedió.

El movimiento de graneles líquidos, que experimentó un descenso del 0,7% en el primer trimestre, subió 0,7% al final del segundo trimestre. Un retroceso de las importaciones del 2,4% fue compensada por el alza de las exportaciones del 5,4%. Hubo un aumento del movimiento de gasolina (+18%) y fueloil (+10,2%).

A pesar de la continua presión sobre la competitividad de la industria química europea debido a los altos costes de la energía, las materias primas y la mano de obra, la recuperación de la demanda llevó a un incremento del movimiento de nafta (8,2%) y productos químicos (+6,7%). La carga de diésel cayó 19,3%, mientras que el GNL y otros gases energéticos también experimentaron descensos del 6,4% y el 3,6% respectivamente. Los combustibles líquidos en total experimentaron un retroceso (-1,1%).