Por Redacción PortalPortuario.cl

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El Puerto de Amberes manejó un volumen total de contenedores refrigerados de un millón de TEU en el año 2020, lo que representa un crecimiento del 10,5% con respecto a 2019.

El crecimiento fue tanto en las importaciones como en las exportaciones, superando el alza del mercado refrigerado a nivel mundial (3%-4%).

El volumen de contenedores refrigerados constituye de manera constante una parte relativa mayor del número total de contenedores manipulados en Amberes. El 8% de todos los contenedores manipulados en el puerto son contenedores refrigerados, en comparación con el 7,3% en 2019.

La cadena de frío, y en particular el corredor de contenedores refrigerados con América Latina, sigue siendo un pilar importante en la estrategia comercial del puerto.

En los últimos años, el Puerto de Amberes ha ampliado su gama existente con varios servicios de primer puerto de escala de América Latina.

Una parte del segmento refrigerado se ocupa del transporte de productos farmacéuticos. Para garantizar la calidad de los productos médicos durante todo el proceso de distribución, la UE estableció las directrices GDP (Good Distribution Practice).

El Puerto de Amberes ha traducido esta normativa en un contexto marítimo, convirtiéndose en el primer puerto del mundo en tomar la iniciativa de operar de acuerdo con estos estándares en todos los eslabones de la cadena logística.

Esto garantiza que el transporte de productos farmacéuticos en contenedores refrigerados se convierta en una alternativa válida al transporte aéreo.

Jacques Vandermeiren, director ejecutivo del Puerto de Amberes, expresó que “en este año difícil, nosotros, como puerto, hemos demostrado resistencia y flexibilidad. Esto ahora se está traduciendo en cifras positivas en el segmento de refrigerados. Hemos notado que los comerciantes de productos perecederos otorgan gran importancia al servicio sólido”.

“Para desempeñar un papel pionero a este respecto, Amberes está invirtiendo fuertemente en digitalización. El uso de datos en tiempo real, tanto en lo que respecta al transporte como a los productos, facilita la detección oportuna de cuellos de botella e ineficiencias en la cadena de suministro. Cuanto más sepamos, mejor”, agregó.