Por Paula Jara
@PortalPortuario
La Empresa Portuaria Antofagasta (EPA) hizo el ingreso de una consulta de pertinencia al Servicio de Evaluación de Impacto Ambiental de la Región de Antofagasta con el fin de que sea analizado su proyecto de expansión del molo de abrigo.
La estatal portuaria antofagastina, según consta en la documentación presentada, planea prolongar la estructura existente en 85 metros, justificando esta extensión “por motivos de seguridad, mejorando de esta manera las condiciones límite que permitan un oleaje operacional más alto de manera tal de proporcionar y mantener una navegación segura para los barcos que ingresan a la Dársena del Puerto de Antofagasta, de manera de reducir el riesgo de accidentes que puedan provocar impactos sobre el medio circundante, y con esto reducir el tiempo de inactividad”.
Las obras, de concretarse, tendrían un costo asociado de 34.2 millones de dólares y considera “la extensión del molo principal del Puerto de Antofagasta, en 85 metros lineales, lo que en relación con las obras de abrigo del proyecto original (2.990 metros lineales), representa solo un 2,84% de ampliación. Cabe destacar que esta obra de extensión del molo principal se desarrollará sobre parte de la construcción original que corresponde a la obra submarina existente que se extiende actualmente en aproximadamente 60 metros lineales”.
Según fundamentó la estatal portuaria antofagastina, la extensión del Molo de Abrigo no solo permitiría aminorar el riesgo de accidentes, sino que también bajar la cantidad de días de cierre de puerto que se concentran, fundamentalmente, en los meses de invierno y que, a lo largo del año, llegan a 70 jornadas de inactividad.
EPA expuso en el documento presentado al SEIA que la extensión permitirá alcanzar el diseño original planteado en 1906, insistiendo que completar ese tramo del rompeolas facilitará operaciones de zarpe y recalada, de acuerdo a lo que se pudo comprobar con estudios de maniobra.
También la compañía argumentó que en el lugar existe una base submarina de unos 60 metros que corresponde al proyecto original levantado en 1943, pero que, a los pocos días de su construcción, sucumbió ante condiciones climáticas adversas.
De ser autorizado este proyecto, sin tener que llevarlo a un estudio completo de evaluación ambiental, el Puerto de Antofagasta podría abordar -de forma rápida- la problemática de los cierres de puerto y reducir esa restricción de un 20% a solo 1,2%; es decir, bajar de 70 a solo 5 días por año.