Por Redacción PortalPortuario/Agencia Reuters
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Cuando las sirenas advierten de la llegada de cohetes desde Gaza, los trabajadores del puerto israelí de Ashdod detienen las operaciones en unos momentos y rápidamente reanudan su trabajo minutos después, cuando se les da el visto bueno.
Es una forma inusual para que un puerto se mantenga operativo, pero se ha convertido en el único medio para mantener las líneas de suministro en movimiento en tiempos de guerra.
Israel, según consignó la agencia Reuters, ha prometido aniquilar al grupo militante Hamas después de que sus combatientes irrumpieran en ciudades israelíes desde Gaza el 7 de octubre, matando a 1.400 personas y tomando más de 220 rehenes en el peor ataque contra civiles en la historia de Israel.
Una combinación de simulacros de práctica, refugios protectores y una batería de defensa aérea Cúpula de Hierro cercana han significado que el puerto de propiedad gubernamental, que está a 40 kilómetros (30 millas) de Gaza, puede minimizar cualquier interrupción en la cadena de suministro en medio de preocupaciones sobre la escasez de suministros para el frente interno.
Todo el puerto está lleno de refugios protectores y el tiempo de espera del personal bajo protección es de unos 10 minutos para garantizar que incluso después de la caída de un cohete no haya riesgo de que caiga metralla, dijo a Reuters el capataz del puerto, Yigal Ben Kalifa.
“Después de eso, todo el mundo vuelve al trabajo”, dijo mientras observaba cómo se descargaban los barcos.
“El puerto de Ashdod es la arteria de la economía de Israel y estamos haciendo todo lo posible para garantizar que no sufra daños”, agregó.
Si bien el puerto, que representa el 40% del comercio marítimo total de Israel, incluidas las importaciones y exportaciones, no ha sufrido ningún ataque directo con cohetes hasta el momento, ha sufrido un impacto económico en las últimas semanas.
La semana pasada, se declaró una de las primeras causas de fuerza mayor en un envío a Ashdod, y el barco y la carga se desviaron a Haifa.
