El Puerto de Barranquilla, en Colombia, ha desviado 300.000 toneladas de cargas, debido a las dificultades en las condiciones de navegabilidad detectadas en el ingreso a la zona portuaria por la sedimentación en Bocas de Ceniza.
Según Lucas Ariza, director de Asoportuaria, “hemos estimado que esta situación, que se presentó desde junio, ha atraído el desvío de cerca de 300.000 toneladas de carga, que representan una afectación de USD 8 millones”.
De acuerdo con el representante, la cifra correspondería a los sobrecostos para los importadores y exportadores, la carga dejada de recibir por los puertos y los servicios dejados de prestar por los operadores portuarios.
En condiciones normales, el calado se ubica entre los 9 metros con 80 centímetros y los 10 metros. No obstante, cuando se comenzó la contingencia, esta profundidad llegó a ubicarse en los 6 metros con 7 centímetros, consignó el medio Portafolio.
La draga contratada aún sigue en Barranquilla y la vigencia del acuerdo se extendió para ampliar las intervenciones de la embarcación en la zona afectada.
En Barranquilla y en otros ríos que cuentan con terminales portuarias, el tema de la sedimentación es común. Sin embargo, esta situación que se presentó en la capital del Atlántico es anormal, porque nunca antes se había llegado a un registro de profundidad tan bajo.