Mediante un hecho esencial enviado a la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS), la pesquera Camanchaca dio a conocer que su planta de proceso de harina y aceite de pescado podría ser reubicada dentro de las instalaciones de la Empresa Portuaria de Iquique (EPI), a pesar de que la portuaria estatal le anunciara recientemente el fin del contrato de concesión.
Según la pesquera, si bien EPI mantendrá la medida adoptada se “muestra abierta a recibir y analizar propuestas de reubicación de las instalaciones de Camanchaca dentro del Puerto de Iquique”.
A raíz de lo anterior, la empresa extractora de recursos del mar “ha enviado a EPI ideas conceptuales de reubicación y que no afectan, a nuestro juicio, las operaciones históricas del puerto, o aquellas que se deriven de la materialización de planes de inversión o de desarrollo conocidos, aprobados para el ya mencionado puerto”.
De momento, indica Camanchaca, dichos planteamientos no han tenido respuesta por parte de la Empresa Portuaria de Iquique.
La pesquera anunció que, de forma paralela, “se encuentra estudiando el ejercicio de todas aquellas acciones que procedan, en orden a garantizar el respeto de los derechos que le asisten”.
Asimismo, la compañía detalló a Carlos Pavez, Superintendentre de Valores y Seguros, que “en el evento que Camanchaca deba proceder el cierre de su planta de procesamiento de harina y aceite de pescado de la zona norte, informo a usted que el valor libro de dicha planta al 31 de marzo de 2015, es de US$10,4 millones, y representa un 1,6% del total de sus activos. La mencionada planta se encuentra actualmente afecta a depreciación, siendo el monto de la misma durante el ejercicio de 2014 de US$1,1 millones”.
Entre los años 2011 y 2014, la División Pesca Norte de Camanchaca generó ingresos por 282 millones de dólares con un promedio anual de 70 millones de la divisa norteamericana, según explicó la pesquera. En ese mismo periodo de tiempo tuvo un margen bruto de contribución acumulado de 52 millones de dólares con un promedio anual de US$13 millones.
Camanchaca advirtió que si, finalmente, se procede al cierre de esas instalaciones unos 420 trabajadores quedarían sin empleo, se cesarían las funciones de unos 20 contratistas locales que ocupan a unos 280 trabajadores. De igual modo, apuntaron que unos 450 proveedores que han trabajado con la pesquera entre 2011 y 2014 se verían afectados de forma negativa.
Por último, la empresa pesquera sostuvo en su hecho esencial que el cese de operaciones en la planta “produciría discontinuidad de pago de patentes, contribuciones y otros pagos efectuados al Fisco, que en los años 2011 a 2014 han representado un total de US$9,3 millones, de los cuales US$ 3,2 corresponden a pagos realizados a EPI”.