Por Redacción PortalPortuario.cl
@PortalPortuario
Una iniciativa de 18 empresas liderada por la Autoridad del Puerto de Rotterdam inició un estudio sobre el posible establecimiento de un craqueador de amoníaco a gran escala para permitir la importación de un millón de toneladas de hidrógeno por año.
Los participantes han encargado a Fluor que estudie las posibilidades de una gran instalación de craqueo central en el área del puerto para convertir el amoníaco importado nuevamente en un millón de toneladas de hidrógeno por año. Luego, el hidrógeno puede usarse en el puerto o transportarse a través de tuberías para facilitar la descarbonización de otros grupos industriales en el noroeste de Europa. Como regla general, un millón de toneladas de hidrógeno verde puede facilitar aproximadamente 10 millones de toneladas de reducción de CO2.
El hidrógeno y sus derivados, como el amoníaco, jugarán un papel clave en la transición energética para reemplazar al gas natural, como materia prima para la industria y la química verde, y para apoyar el transporte sostenible. Se importará una gran parte del hidrógeno para el noroeste de Europa, incluso en forma de amoníaco, que es más fácil de transportar que el hidrógeno.
Allard Castelein, director ejecutivo de la Autoridad del Puerto de Rotterdam, indicó que “Europa necesitará grandes cantidades de hidrógeno para alcanzar sus objetivos climáticos y una parte significativa de este puede importarse a través del Puerto de Róterdam. El amoníaco es una de las formas más eficientes de transportar hidrógeno y al establecer un craqueador de amoníaco central, podemos ahorrar tiempo, espacio y recursos para permitir la importación de un millón de toneladas de hidrógeno por año”.
Además de la Autoridad del Puerto de Rotterdam, la iniciativa también incluye a Air Liquide, Aramco, bp, Essent/E.ON, ExxonMobil, Gasunie, GES, HES international, Koole Terminals, Linde, OCI, RWE, Shell, Sasol, Uniper, Vopak y VTTI. El estudio de prefactibilidad analizará los requisitos técnicos, económicos, ambientales y de seguridad de una gran instalación de craqueo. Los primeros resultados del estudio se esperan para principios de 2023.
