Por Andrés Orrego Siebert
@PortalPortuario
La Empresa Portuaria San Antonio está llevando a cabo una inversión de 11 millones de dólares cuyo objetivo es recuperar y modernizar el molo de abrigo del principal puerto chileno. Las obras, que se extenderán por un periodo de 24 meses, se ejecutan sin contratiempos e intentando no afectar la operación del concesionario STI.
La información fue dada a conocer a PortalPortuario por el gerente general de Puerto San Antonio, Ramón Castañeda, quien afirmó que “cada cierta cantidad de años lo que corresponde es hacer los estudios y preparar las obras que permitan prolongar la vida del Molo y siempre, cada cierto tiempo también, hacer algúnas reparaciones y, particularmente, adaptar esta infraestructura a los cambios que se están produciendo”.
“En este caso se buscan las tres cosas. Una hacer unas reparaciones por el lado del mar, donde el oleaje hace su trabajo por muchos años y se produce en algunos sectores la necesidad de reforzar el enrocado de las escolleras al Océano Pacífico y respecto de la parte interior del muro y de su altura se está haciendo un doble trabajo que consiste en hormigonar y dar una modernización importante al muro, además de elevar su altura en el contexto de adaptarlo al cambio climático y al oleaje que hoy existe”, detalló Castañeda.
Casteñada observó que esa obra, en particular, es relevante, ya que debido a las marejadas anormales, muchas veces las olas superaban el muro y acababan entorpeciendo las labores portuarias en el lado interno de la estructura.
“Este trabajo se venía estudiando hace varios años. Es un proyecto muy importante, son casi 11 millones de dólares y, obviamente, hay todo un trabajo previo de ingeniería, de diseño de análisis de la solución que ahora ya está en ejecución”, apuntó.
El gerente general descartó que el Molo de Abrigo tenga daños estructurales graves, sino que las mejoras tienen un caracter preventivo.
“Estos son análisis de caracter preventivo. No esperas a que se produzca un problema grave, sino que se va anticipando la necesidad, se va estudiando y se analiza la situación y la condición, tanto al interior como en el exterior y ahí se determina el alcance o el tamaño de la intervención para fortalecer la infraestructura portuaria, incluyendo la recarga de rocas por el lado del mar que es donde se ha producido el mayor impacto por causa del oleaje”, explicó.
Una novedad de estos trabajos es la incorporación de bloques prefabricados con una curvatura externa, lo que permitirá mitigar la fuerza de la rompiente, evitando que -en la mayoría de las ocasiones- el agua supere el muro.
Los trabajos -que lleva a cabo Constructora Las Lilas- consideran la utilización de 10 mil metros cúbicos entre hormigón y enrocados. “La midad de eso, 5 mil metros cúbicos, se va fabricando en el mismo lugar, otros 3 mil metros cúbicos son prefabricados y, finalmente, en enrocado que va por la parte del mar son algo más de 2 mil metros cúbicos destinados a cubrir esa zona donde el oleaje ha hecho su trabajo a lo largo del tiempo”.
Una vez terminado el muro, este pasará de sus actuales 10,6 a 11, 9 metros, incluyendo los bloques verteolas que se ubican en la parte superior de la estructura.