Por Redacción PortalPortuario.cl
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Los puertos de Quintero, Ventanas y San Antonio son los que acumulan la mayor cantidad de jornadas perdidas por cierres o restricciones derivadas del mal tiempo.
Así lo plantea un informe de la Cámara Marítima y Portuaria de Chile (Camport), en el que se detalla que Quintero suma 132,4 días de inactividad. A su vez, Ventanas totalizó 120,8 días cerrado y San Antonio 80,1 jornadas en los últimos 12 meses.
Tras estos puertos, los que suman mayor cantidad de cierres son Antofagasta con 72,8 días, Mejillones con 43,1 y Arica con 27,5 días.
El puerto con menor incidencia en materia de restricciones de Valparaíso con solo 4,7 días perdidos.
En tanto, el promedio por cada cierre tiene a Mejillones a la cabeza con un periodo de 7,2 días, mientras que Quintero se ve restringido 2,1 días y San Antonio solo 1,2 días.
La Camport detalló en su informe que, debido a las restricciones, la disponibilidad operativa del Puerto de Quintero llega al 64%, San Antonio a 78%, Antofagasta al 80% y Mejillones al 88%, mientras que Arica y Lirquén funcionan con normalidad el 92% y 95% del tiempo respectivamente.
Otro dato se refiere a las horas de espera de una nave para ser atendida. En el caso de Antofagasta, un buque puede aguardar hasta 9,4 horas promedio, mientras que en Mejillones ese tiempo llega a 6,9 horas, en Quintero a 4,9 horas, en Arica a 4,4 horas y en San Antonio a 2,7 horas.
Según la Camport, el costo asociado al cierre de puertos en los últimos 12 meses ha ascendido a 274,4 millones de dólares, siendo San Antonio el que más resentido con una pérdida de 135,6 millones de dólares.
Ante esta situación, que genera un total de 585 días perdidos en 12 puertos analizados en el último año, la Camport planteó que se debe revisar el reglamento de prácticos y entrenarles para maniobras en condiciones desfavorables, facilitar la actualización de estudios de maniobras y actualizar la tarifa por concepto de faro y balizas que es una de las más altas del mundo.
Del mismo modo, la Camport propuso en su informe incorporar instrumental para medir olas, vientos y corrientes y emplear la Tarifa de Uso Portuario, que en 2020 alcanzó los USD 46 millones, para generar obras de abrigo.