Por Ramón González Labbé, ex director Empresa Portuaria San Antonio.
Profesionales entendidos en comunicación, me cuentan que una campaña del terror contra el anuncio presidencial de construir el Puerto de Gran Escala o Puerto Exterior en San Antonio necesita ciertos protocolos: un titular sensacionalista -casi de ciencia ficción- y un trasfondo fácil de predecir sólo para quienes estén “atentos al lobo”.
Si fuese así, leo entre líneas que en las dos páginas publicadas el pasado domingo 18 de febrero por el Mercurio de Valparaíso-“Puerto Exterior de San Antonio, entre palmas y aprensiones”- hay un tono muy “representativo” para quienes se sienten afectos por la decisión.
Usando el “riesgo de Tsunami” como argumento, se insiste en un estudio que no es más que un micro informe teórico de carácter general realizado por PMI Energy Services, una consultora sin mayor trayectoria en proyectos de esta área y envergadura, salvo por algunas inspecciones en Puerto Valparaíso.
Con “noble generosidad”, la firma “investigó” de manera gratuita.
Haciendo tardío eco de un supuesto hecho noticioso, el medio regional olvida que el propio SEP descartó públicamente el documento de PMI Energy Services.
Según informó hace tiempo un medio de circulación nacional, Bernardita Escobar, presidenta del organismo estatal, dijo que “el Consejo tuvo conocimiento de ese documento y tomó nota de su existencia. Al constatar que estaba basado en antecedentes parciales y de carácter general, determinó descartarlo como elemento de análisis”.
El trabajo periodístico tampoco menciona que en el consejo de la entidad está el ex diputado Latorre conocido con Hugo Baesler, uno de los mandamases de PMI Energy Services- además de Sergio Granados -Director de Presupuestos de Hacienda- Eduardo Bitrán-Vicepresidente ejecutivo de CORFO- Christian Larraín -economista- Juan Luis Monsalve -abogado- y Enrique Paris, coordinador general y del área de Modernización del Estado del Ministerio de Hacienda.
Para dimensionar lo burdo y poco serio de la estrategia, hay que imaginar una balanza.
En un lado “alguien” trata de equilibrar las cosas artificialmente con un paper teórico, aporte de dos ingenieros civiles a un director del SEP, conocido en junio del 2017 en redes sociales.
En el otro, una disposición de Estado tasó 55 mil horas de profesionales de consultoras internacionales, 10 millones de dólares invertidos por EPSA desde el 2011 a la fecha en estudios relevantes para las ingenierías del proyecto y el apoyo del SEP y el Ministerio de Transportes y Hacienda.
Obviamente hay intereses creados.
Pero los sanantoninos no somos ingenuos para no entender el amedrentamiento que desesperados terceros pretenden infundir con herramientas débiles y argumentos frágiles de sostener.
Yo no me impresiono con señales que buscan defender lo indefendible o dañar a San Antonio, por lejos, la mejor opción de localización del Puerto Exterior. Lo que hagan o se publique desde Valparaíso “contra”localización San Antonio o poner en duda la decisión presidencial es rebajarse a esa torpe actitud adolescente de autodefinirse como el “patio trasero de la región”.
*Los dichos vertidos en las columnas de opinión son de exclusiva responsabilidad de quienes los emiten y no representan necesariamente el pensamiento editorial de PortalPortuario.cl
Si desea participar como columnista envíe su columna de opinión a: contacto@portalportuario.cl.