Las restricciones de calado a 44 pies (13,4 metros) impuestas en mayo pasado por la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), como una medida para el ahorro de agua dulce ante el impacto del fenómeno de El Niño, han dinamizado el canal seco y con esto al sector logístico. Lo tratado se debe a que los buques optan trasladar parte de la carga por vía terrestre.
Tan solo en el Puerto de Balboa (Pacífico), operado por Hutchinson Ports (Panamá Ports Company), “se han manejado alrededor de 50 atraques adicionales de naves de contenedores con más de 20.000 mil movimientos extras (20 mil contenedores), durante el tiempo que han durado las restricciones del Canal”, manifestó Alejandro Kouruklis, director de Asuntos Gubernamentales y Asesor Legal de Panamá Ports, al medio La Estrella de Panamá.
En cambio, el movimiento en el Atlántico, donde está situado el Puerto de Cristóbal, el impacto no ha sido significativo. La ruta que avivó el canal seco es de Asia al Pacífico, la que es utilizada principalmente por portacontenedores. El 70% de las naves que transitan por la vía requiere contar con 44 pies de calado.
La proyección de Kouruklis es que la tendencia continúe, especialmente porque el Canal mantendrá la medida de calado hasta septiembre de 2024, según lo ha avanzado el administrador de la vía interoceánica, Ricaurte ‘Catín’ Vásquez.
Aunque el movimiento adicional de contenedores es sustantivo, hasta el momento 20 mil cajas es un número manejable para un puerto acostumbrado a mover 2 millones de contenedores anuales.
En un reciente encuentro con los medios, Catín señaló que los límites de calado han ocasionado que “algunos barcos dupliquen, en vez de reducir, la cantidad de contenedores para mandarlos vía terrestre”. La mayoría de los recipientes de carga que llegan a Balboa se trasladan al Puerto de Manzanillo, Panamá, donde usualmente otro buque de la misma línea los recoge para continuar la ruta.
A pesar de las medidas instaladas, de agravarse la crisis por falta de precipitaciones y tomando en cuenta que la época seca que inicia en enero podría acentuar la escasez de agua, el administrador no tiene en mente aumentar el calado, sino reducir los tránsitos. La primera reducción fue de 36 a 32 pasos diarios, pero en dado caso se contemplaría bajar a 30 o 31 diarios.