Por Sebastián Betancourt
@PortalPortuario

El panorama actual de los puertos chilenos está marcado por futuros procesos de renovación de concesiones, proyectos de expansión portuaria en sintonía con las comunidades locales y una creciente competencia en el mercado regional sudamericano. En este contexto, el desarrollo del sector se posiciona como un pilar estratégico para la economía nacional y el progreso del país.
Diversas voces de la industria han planteado propuestas orientadas a fortalecer la infraestructura en los terminales de Chile. Estas iniciativas buscan consolidar cadenas logísticas eficientes que impulsen el comercio exterior y mejoren la competitividad para posicionar al país como un actor clave en el comercio global y las principales rutas marítimas.
Sin embargo, también emergen críticas que advierten sobre un rezago en el desarrollo del sistema portuario nacional, evidenciando la falta de acciones concretas para consolidar esta industria estratégica. Como resultado, Chile corre el riesgo de quedar relegado frente a otras naciones que avanzan con mayor dinamismo. Richard von Appen, presidente de Ultramar, reconoce las debilidades existentes y el camino pendiente, aunque también destaca las fortalezas del sector, señalando que “hay poco reconocimiento del nivel del sector portuario en Chile”.
¿Cuál es la situación actual del desarrollo de los puertos de Chile?
Hoy día tenemos el desafío de cómo poder ir mejorando la infraestructura y especialmente las vías de acceso, pero en general hay poco reconocimiento del nivel del sector portuario en Chile. Nosotros tenemos buenos y, en algunos casos, muy buenos niveles de eficiencia, son muy competitivos y yo creo que hay un diálogo que, al menos, desde mi experiencia, no existe en otros países entre las empresas con los sindicatos y con el Gobierno y ha permitido desarrollar también en conjunto con tecnología y capacitar a los trabajadores para que puedan ir mejorando sus remuneraciones, porque finalmente lo que queremos todos es mejorar las condiciones de todas las personas.
Se presentaron dos proyectos de Royalty Portuario para Chile, ¿Cómo evalúa esas iniciativas?
Hemos sostenido que es válido que las ciudades tengan una retribución por la actividad portuaria que, geográficamente, está ubicada ahí, pero hoy día se le paga un canon a la empresa portuaria y eso está yendo al Gobierno central. Entonces, yo creo que esta es una discusión que debiera tener el Gobierno central con las ciudades para que haya una distribución. Un Royalty le va a agregar un costo al comercio exterior, porque alguien lo tiene que pagar y, finalmente, van a ser los exportadores y los importadores y, al final, la ciudadanía. Consideramos que hoy día ya se está pagando algo, por lo tanto, es una discusión que debiera tener el Estado.
También se señaló que ya existe la Tarifa de Uso de Puerto y que podría ser un opción para entregar recursos a las ciudades…
Por supuesto, es decir, hoy día se puede cuantificar, se sabe cuánto se está pagando, porque lo reciben las empresas portuarias y, lo que yo tengo entendido, eso va íntegramente al Gobierno central, en vez de que una parte relevante se quede en las ciudades para poder apoyar también el desarrollo de infraestructura para que los puertos también puedan seguir desarrollándose, ya que son fuente de empleo y desarrollo para las ciudades mismas.
Se ha señalado que existe un retraso los avances para el próximo proceso de concesiones portuarias, ¿Cómo observa el progreso hacia esas etapas?
Yo creo que estamos atrasados y hace un buen tiempo, porque Chile no tiene un plan portuario para los próximos 20 o 30 años. Es muy importante saber cuáles van a ser las bahías en cuanto a protección, en cuanto a calado y, muy importante también, todas las vías de acceso para poder llegar con la carga y salir y que esto que no tenga un gran impacto en la ciudadanía que, lógicamente, ve con preocupación cómo va creciendo el tráfico de los camiones. También facilitar también el ingreso de ferrocarril, que esas son obras que hay que pensar con tiempo por la faja, por los túneles, etcétera. Yo creo, personalmente, que debiera haber una preocupación de cómo resolver, efectivamente se están llevando adelante los proyectos para expandir Valparaíso, para expandir San Antonio con el puerto de gran escala, pero varios de estos procesos los veo atrasados y, especialmente, porque las líneas navieras ya está en planificando qué tipo de naves van a venir, entonces si no cuentan con los puertos con el calado y con la disponibilidad también de patio para poder apoyar, eventualmente lo que puede ocurrir es que tengamos servicios más pequeños con lo cual las economías a escala implican de que no tengamos los mejores fletes para el comercio exterior.
¿El Puerto de Chancay podría influir también en la dinámica de los fletes marítimos?
Creo que Chancay va a ser complementario y nos está mostrando hacia dónde va esto. La zona central de Chile necesita un puerto para poder recibir estas grandes naves, que no van a llegar en forma inmediata, pero en el futuro es esperable con el volumen que tenemos hoy día en la zona central, pero tenemos desafíos, porque varios de los armadores están preguntando y están con esta incertidumbre.
Justamente hablando de la zona central, distintos actores sostienen que es necesario establecer un corredor bioceánico a través de ese territorio, siendo incluso más importante que lo que se está haciendo con el Corredor Bioceánico Vial en el norte…
Yo pienso que deben hacer corredores por todos lados en Chile, partiendo por que debiera haber un corredor que llegue a Arica, que vaya integrando también todo lo que es no solamente Bolivia, sino el sur peruano y la carga paraguaya; después está todo el corredor que llegue al sector de Antofagasta – Mejillones, que hay conexión ferroviaria, es decir, hay que modernizarlo, pero puede dar acceso especialmente a traer la soya que viene de Mato Grosso, de Brasil; el corredor central con la producción de alimentos que hay también en toda la zona de Cuyo y de Mendoza, debiera volver a pensarse cómo poder construir un túnel y tener una conexión también ferroviaria para no tener los problemas que tenemos hoy día con el clima; en el sur también, en Concepción junto con Neuquén, también se está evaluando, porque creo que hay 60 o 70 kilómetros de distancia que faltan para tener la unión, el ferrocarril en esto ha cumplido un rol muy importante; la zona extrema, Magallanes también debe tener una conexión con los puertos del Atlántico. Yo creo que, mientras más alternativas hayan es mejor y para eso tenemos que planificar, porque esto hay que hacerlo con tiempo. Eso es un poco al plan que yo me refiero, porque no tenemos una hoja de ruta hacia futuro, debiéramos sentarnos y, bueno, todos estos procesos eleccionarios son buenos, porque permiten justamente discutir estos temas, pero a Chile le falta un proyecto país futuro.
¿Cuál es el impulso que falta para avanzar en todas estas iniciativas?
Yo creo que esto de los corredores puede ocurrir, pero lo que falta es también una visión común entre la política junto con los gremios, los sindicatos, muy importante, todo el mundo social, de que nos sentemos y digamos qué país queremos construir, es decir, el comercio exterior va a jugar y ha jugado un rol importante, hay que fortalecer no solamente la infraestructura portuaria, sino la capacitación y finalmente tenemos que, entre todos, ir teniendo los elementos para que el sector sea una fuente de desarrollo y también de progreso para el país.
Volviendo al norte, ¿Cómo se ve el progreso comercial y logístico para la zona de Mejillones?
Como Ultramar, hemos hecho inversiones muy importantes que muestra el compromiso con Chile, con la expansión de Coquimbo y con la expansión de TGN en Mejillones, es decir, hemos invertido casi 800 millones en la expansión de ambas infraestructuras portuarias y la verdad es que nosotros seguimos muy comprometidos. Mejillones es un gran polo de desarrollo futuro que tiene grandes perspectivas hacia adelante en relación con la minería, pero también con el desarrollo de toda la zona de Antofagasta y Calama como centros urbanos, donde también se podrá desarrollar energía renovable; lo mismo es la oportunidad que tiene Magallanes, así que yo soy optimista. Haciendo bien las cosas, la verdad es que el futuro de Chile es bien prometedor.
Ultramar también está mirando al exterior, por ejemplo, con la idea de comprar totalmente Terminal Puerto Rosario…
Siempre hemos mirado donde podemos agregar valor y hacer algo. Nosotros somos un operador chico a nivel mundial, así que tenemos que realmente ver oportunidades de puertos medianos o más pequeño, donde podamos transformarlo y ser un lugar para que se desarrolle también el comercio exterior y así como estamos viendo muchas oportunidades en Chile, seguimos viendo afuera, como en el caso de Rosario.













































