Rodrigo Monsalve es gerente general de Puertos Talcahuano y past president de Comlog
Una de las actividades que ha mantenido su continuidad operacional durante la pandemia del Covid-19 es la logística. La carga no es “teletrabajable”; por ello, en Talcahuano servicios públicos, puertos, agencias de naves, exportadores y una larga lista de actores de la Comunidad Logística (Comlog) han asumido una intensa labor proactiva para no interrumpir la cadena de abastecimiento.
Si la seguridad laboral ha estado en la base de la actividad portuaria en lo que va del siglo XXI, ante la emergencia sanitaria la variable se ha tornado aún con más relevancia. Por ello, en la ciudad puerto hemos levantado la campaña Logística Segura, llevando el auto y el mutuo cuidado a un nuevo estándar bajo la convicción de que el Coronavirus llegó para quedarse por un buen tiempo.
El uso permanente de mascarillas, la toma de temperatura a quien ingrese a los terminales, el distanciamiento físico en espacios comunes y el lavado de manos frecuente son los nuevos Elementos de Protección Personal (EPP) para sus miembros. Los EPP hoy tan valiosos como el casco, los zapatos de seguridad y los chalecos reflectantes, se complementan con la sanitización de las instalaciones y las conductas de autocuidado.
A ello se suma la profundización de proyectos vinculados a la iniciativa Talcahuano Puerto Digital, que apunta a trasladar una serie de trámites que antes se hacían de manera presencial a plataformas virtuales. De este modo, ya no solo se agilizan las gestiones ahorrándose tiempo, sino también se disminuyen los contactos y, por ende, la probabilidad de contagio.
Aunque la protección no termina ahí: para cuidarnos todos en una ciudad puerto es clave preocuparse tanto de quienes trabajan en la cadena logística como de quienes viven en torno a ella. De allí que Puertos de Talcahuano, San Vicente Terminal Internacional, con colaboración de la Universidad San Sebastián (USS), lanzaran el
“Programa de Gestión Emocional para la Familia Portuaria”, destinado a ofrecer apoyo psicológico a las familias de los trabajadores de SVTI, conscientes de que muchos de ellos son también vecinos de la comuna.
Para completar ese círculo preventivo no podían quedar fuera las fuerzas vivas. También con el apoyo de la USS, Puertos de Talcahuano forjó una alianza con la Municipalidad y la Unión Comunal de Juntas de Vecinos para ofrecer un “Programa de Líderes Sociales”, el que cuenta con diversas etapas de jornadas, proyectos, seminarios y actividades virtuales para que cada uno asuma de la mejor forma el rol de dirigente en el escenario de la pandemia.
Todos estos esfuerzos se suman a la intensa agenda de relacionamiento comunitario que anualmente desplegamos. Actividades tradicionales como el “Programa Puerto Educa” siguen en curso, claro que mediante charlas online a los alumnos del Liceo Polivalente. Y como tenemos certeza de que la educación remota requiere recursos es que hace poco más de un mes entregamos al municipio computadores para que los distribuya entre estudiantes de Talcahuano.
Una actividad portuaria sostenible es aquella que aborda los desafíos y las amenazas con altura de miras, con la claridad de que la logística es un subsistema económico productivo de un sistema ciudad al que pertenece y debe tributar. Por ello, no hemos visto la distancia física como una excusa, sino como un motivo aún más poderoso para estrechar lazos con cada uno de nuestros públicos de interés.