Por Andrés Orrego Siebert
@PortalPortuario
Por ahora, la fruta chilena de exportación no ha visto un impacto negativo significativo derivado del Coronavirus. Sin embargo, la pandemia sí ha expuesto a estos productos perecederos a demoras y complejidades que han exigido a los productores y exportadores idear nuevos mecanismos para llegar a consumidores finales que, dado el confinamiento, han incrementado las compras en línea.
La pandemia, en ese sentido, ha fortalecido la demanda de variedades ricas en vitamina C que ya comienzan a exportarse, consolidando una tendencia de temporadas anteriores, según detalló Ronald Bown, presidente de la Asociación de Exportadores de Fruta de Chile (Asoex).
En entrevista con PortalPortuario.cl, Bown repasó los pormenores de un ciclo distinto al cual todavía le quedan 120 días para terminar las entregas a los mercados internacionales.
¿Cuál es el balance de la actual temporada de fruta?
Aún faltan casi cuatro meses para que finalice la temporada, aunque ya hay algunas especies, como cerezas, arándanos, duraznos, nectarines y uvas que ya han terminado sus cosechas y procesos, restando aún manzanas, peras y kiwis, y se está comenzando con los cítricos, por lo que, si se mantuviera la tendencia, aún falta exportar alrededor de un 20% de fruta en volumen.
De lo ya despachado al exterior ¿Hay un alza o una baja en los volúmenes?
Al analizar lo que va de la temporada de exportaciones frutícolas 2019-2020, se puede apreciar una disminución en las toneladas exportadas de un 8.56%, alcanzando 1.839.431.
¿Qué frutas han tenido mejor desempeño y cuáles han retrocedido? ¿Ha influido la pandemia?
En cuanto a las especies, se debe destacar el crecimiento de las cerezas, cuyo principal mercado es China, en un 27,05%, llegando a enviar al exterior 228.592 toneladas, junto a los nectarines, que aumentaron en 9.46%, totalizando 73.154 toneladas exportadas este año. Por otra parte, la uva de mesa (-7.02%), manzanas (-19.48%), ciruelas (-18,75%), peras (-7.07) y kiwis (-24,64) han experimentando disminuciones en los volúmenes exportados, pero no necesariamente relacionados con el Coronavirus, sino mas bien responden a tendencias que se han podido observar desde hace unas temporadas, y que están relacionados con una multiplicidad de factores tales como recambio varietal, productividad de los huertos, cambio en los gustos de los consumidores, entre otros. Por último, los arándanos y duraznos tuvieron un comportamiento bastante similar con respecto a la temporada anterior, llegando a exportarse 109.415 tons y 29.076 tons respectivamente.
¿Ha habido algún efecto directo de la pandemia sobre las exportaciones de su sector?
No vemos que alguna especie en particular se haya visto afectada, ya que lo que ha ocurrido con la logística a nivel mundial, por efecto de las cuarentenas parciales o totales, es que el proceso de distribución de los productos alimenticios frescos se ha tornado más complejo, aunque ha ayudado mucho que en general los países, dentro de los cuales está Chile, han declarado a la industria de alimentos como esencial para mantener a la población con suministro suficiente de productos agrícolas básicos. Por el contrario, creemos que hay una oportunidad en aquellas con alto contenido de vitamina C, como kiwis y cítricos.
¿Qué proyecciones puede hacerse para el próximo ciclo? ¿Lo que ocurrió con las cerezas en China en el verano podría repetirse de no encontrarse una vacuna o un tratamiento para el Covid-19?
Cada temporada frutícola es diferente a la otra, por lo que no es posible aún referirse a lo que ocurrirá para el siguiente ciclo productivo, más aún si ni siquiera ha finalizado esta temporada. Lo que sí se puede mencionar es que estamos preocupados por los efectos que puede provocar la escasez hídrica que está afectando a gran parte de la zona productora frutícola del país y, por supuesto, los problemas a los que se enfrentará la economía nacional e internacional por efecto del Covid-19, lo que seguramente provocará una contracción de la demanda.
En cuanto al caso de las cerezas, hay que entender que nadie estaba preparado para enfrentar una situación como esta pandemia, por lo cual tomó un tiempo para que la cadena de distribución, incluido los puertos de entrada a China, pudieran adecuar su funcionamiento a la nueva realidad. Creemos que es poco probable que ocurra lo mismo, ya que el mercado debiera estar mejor preparado, con planes de contingencia que les permita hacer frente a esta situación. Nos preocupa mas el efecto sobre la economía china que este virus pueda provocar, así como si habrá una recuperación para la siguiente temporada, con la existencia o no de una vacuna.
¿Qué lecciones se aprenden o que nuevas estrategias podría implementar su sector para nuevos casos como este?
En general lo que hemos podido percibir en los mercados, es una creciente tendencia hacia las compras online, tendencia que se ha visto acrecentada por efecto del Covid-19, junto a que los consumidores están buscando alimentos saludables, que les puedan aportar a sus defensas naturales. Es en este escenario en que la fruta ha tomado mayor protagonismo, en particular aquellas que contienen alto contenido de vitamina C, como el Kiwi y los cítricos. Esta es una tendencia que venía presentándose hace un tiempo, en particular en mercados como el chino, donde el e-commerce ha ido ganando espacio entre las nuevas generaciones, quienes valoran mucho su tiempo libre, por lo tanto, las compras son en línea, y son usuarios de las últimas tecnologías disponibles, junto a buscar alimentos sanos y que aporten a la salud.
¿Cómo se han adaptado a esa tendencia?
Las campañas de promoción han debido readecuarse a la contingencia, utilizándose fuertemente redes sociales, potenciar las ventas online, y también, destacar las caráctesterísticas benéficas que aporta la fruta fresca. Además, creemos que el trabajo conjunto público privado es vital para poder fortalecer la industria de alimentos, cada uno con sus responsabilidades, pensando tanto en mantener abastecida a nuestra población con productos saludables y de calidad, así como seguir siendo un proveedor confiable para los mercados externos.