
La licitación de la terminal de contenedores de Mar del Plata quedó desierta y obliga a repensar el esquema operativo del complejo portuario. El concurso se cayó por falta de ofertas para concesionar la plataforma, lo que expuso las dificultades estructurales del recinto en un contexto de menor volumen, retiro de servicios navieros y un escenario logístico más adverso que el previsto al lanzar los pliegos.
El actual operador de la terminal TC2, la empresa Murchison y el grupo chileno Agunsa compraron las bases, pero ninguna de ellas avanzó con una propuesta concreta de inversión, cerrándose el plazo este lunes sin oferentes.
Con ese desenlace, el llamado —de alcance nacional e internacional— fue declarado desierto por el Consorcio Portuario Regional de Mar del Plata (CPRMDP), al no registrarse propuestas para la operación de la terminal ubicada sobre el Muelle 2, consignó el medio local argentino Dinamicarg.
La instancia estaba prevista originalmente para el 10 de noviembre, pero había sido postergada por 35 días tras planteos de empresas y gremios vinculados a la estiba, centrados principalmente en aspectos laborales del pliego.
La licitación desierta obliga ahora a revisar el esquema de concesión de la terminal en un contexto que, según reconoció el propio Consorcio, se deterioró respecto del momento en que se lanzó el concurso.
“Hoy tenemos un escenario más desfavorable”, admitió Marcos Gutiérrez, presidente del ente portuario, al referirse a la retracción de servicios y a la caída del volumen operado.
Ahora, el Consorcio deberá definir si realiza una nueva licitación, ajustada al nuevo marco de carga del puerto, y si esta resulta de interés para los operadores portuarios.
El derrotero de la licitación estuvo marcado desde el inicio por objeciones. El pliego se difundió a comienzos de agosto y rápidamente generó críticas en sectores ligados a la estiba, que advirtieron zonas grises en el esquema de contratación de trabajadores portuarios.
Esas observaciones derivaron en la decisión de extender el cronograma para permitir un mayor análisis y eventuales ajustes.
El freno del proceso licitatorio coincide además con el recambio de autoridades que se está llevando adelante en distintos puertos de la provincia de Buenos Aires, que ya tuvo modificaciones en Dock Sud, Quequén y La Plata.
Desde la Subsecretaría de Asuntos Portuarios no se descartaba que Mar del Plata se sume al listado de consorcios de gestión que cambien su dirección.














































