Por Redacción PortalPortuario/Agencia Reuters
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Shell está demandando a Greenpeace por 2,1 millones de dólares en daños después de que activistas del grupo ambientalista abordaran el buque de producción de petróleo de la compañía, el que se encontraba siendo movilizado por el Heavy Load Carrier White Marlin de Royal Boskalis Westminster.
La empresa británica de petróleo y gas presentó la reclamación ante el Tribunal Superior de Londres, lo que se da luego que activistas de Greenpeace abordaron el Penguins FPSO en enero, cerca de las Islas Canarias, frente a la costa atlántica del norte de África para protestar contra las perforaciones petroleras.
En un correo electrónico enviado a Reuters, Shell confirmó que se estaban llevando a cabo procedimientos legales cuando se le preguntó si estaba demandando a Greenpeace por el incidente, pero se negó a comentar sobre los montos de la reclamación.
Abordar un barco en movimiento en el mar es “ilegal y extremadamente peligroso”, indicó un portavoz de Shell. “El derecho a protestar es fundamental y lo respetamos absolutamente. Pero debe hacerse de forma segura y legal”, agregó.
El buque estaba destinado al campo de petróleo y gas Penguins en el Mar del Norte, el que aún no está en funcionamiento.
Cuatro activistas de Greenpeace utilizaron cuerdas para subirse al barco desde botes inflables que perseguían al petrolero a gran velocidad. No descendieron de la nave hasta que arribaron a Noruega.
Las protestas en el mar contra las infraestructuras petroleras, gasísticas o mineras forman parte desde hace mucho tiempo de las operaciones de Greenpeace.
Los daños y perjuicios que Shell busca incluyen costos relacionados con retrasos en el envío y gastos de seguridad adicional, así como las costas procesales, según un documento visto por Reuters.
“La demanda es una de las mayores amenazas legales contra la capacidad de la red Greenpeace para hacer campaña en los más de 50 años de historia de la organización”, subrayó Greenpeace en un comunicado.
El grupo dijo que Shell ofreció reducir su reclamación por daños a 1,4 millones de dólares si los activistas de Greenpeace acuerdan no volver a protestar contra ninguna infraestructura de petróleo y gas de Shell en el mar o en en algún puerto.
Greenpeace remarcó que solo lo haría si Shell cumpliera con una orden judicial holandesa de 2021 de reducir sus emisiones en 45% para 2030, lo cual ha sido apelado por la empresa británica de hidrocarburos.
Una demanda por daños adicionales de alrededor de 6,5 millones de dólares por parte de uno de los contratistas de Shell, Fluor, está sin resolver, según el documento visto por Reuters. Fluor no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
Shell y Greenpeace han mantenido negociaciones desde que se presentó el caso, pero las conversaciones terminaron a principios de noviembre, según lo señalado por la ONG, añadiendo que ahora estaba esperando que la ex Royal Dutch Shell presentara más documentos ante el tribunal.
Greenpeace acotó que luego considerará sus próximos pasos, incluidas formas de detener el caso.